En los primeros momentos, la molécula apenas parecía otra droga más que se sumaba a los tratamientos disponibles para frenar el avance del VIH, el virus responsable del Sida. Pero una serie de estudios médicos que dieron resultados altamente efectivos catapultaron al lenacapavir como el “descubrimiento médico más importante del año 2024”, según la calificación de los responsables de “Science”, la revista de temas científicos más prestigiosa del planeta.
Ocurre que, si bien en el último lustro los estragos que el VIH causa en el sistema inmune están siendo mantenidos a raya utilizando cócteles de medicamentos, lo cierto es que -todavía- según las cifras de Onusida, en 2023 el mundo registró 1,3 millones de nuevos contagios y por su causa fallecieron 630 mil personas.
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Esta nueva molécula que puede ser un “game changer” fue desarrollada por el laboratorio Gilead, y se ganó la atención de los médicos cuando mostró que -usada como “terapia de preexposición”, o sea en forma preventiva por personas no portadoras del virus-, lograba reducir las nuevas infecciones por VIH a cero. O sea, en estudios que abarcaron a más de 5000 personas, mostró una eficacia del 100 %.
Ahora se está realizando otro ensayo similar, buscando ampliar los datos sobre esta forma de prevención, del que también participan voluntarios argentinos, a través de equipos de la Fundación Huésped.
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Lo llamativo es cómo se realiza su toma. Es que este fármaco obtuvo sus excelentes resultados con solo dos aplicaciones inyectables anuales. En otras palabras, funciona como una especie de vacuna preventiva para el VIH, pero con -por ahora- una duración de seis meses. Vale destacar que el laboratorio ya está diseñando ensayos y fórmulas para ver si es posible proteger del contagio del virus solamente con una inyección anual.
La aclaración “como una vacuna” es importante. Es que tras recibirlo no se genera una reacción del sistema inmune que lucha contra los virus, como sí provoca una vacuna. El lenacapavir es una molécula antiviral que bloquea la infección a lo largo de meses, durante los que va siendo absorbida por nuestro metabolismo.
Según comentó Jeanne Marrazzo, directora del prestigioso Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., “este medicamento podría ayudar a reducir drásticamente la incidencia del VIH en las áreas más difíciles”. Pero no es una vacuna que se le pueda dar a todo el mundo y está especialmente pensada para las personas con alto riesgo de infectarse. Además, fabricar en serie una vacuna suele tener un costo bajo, de un puñado de dólares por dosis. Y una o dos inyecciones genera inmunidad por muchos años”. Este no es el caso del lenacapavir.
Por su parte, el infectólogo Pedro Cahn, alma mater de la Fundación Huésped, viene explicando en los últimos tiempos el detalle de este acercamiento al tema. “Hoy ya contamos con terapias antirretrovirales muy exitosas, con tasas de efectividad de entre 90 y 95%. Pero todavía podemos mejorar la forma en que los pacientes reciben estos medicamentos”.
¿Cómo? “Desarrollando ‘tratamientos de larga duración’, que pueden ser de una pastilla por semana o por mes. También se están probando inyecciones que se dan cada dos meses o -como la ahora molécula premiada- con una dosis cada seis meses”.
El lado “b” de esta impactante medicación es, por ahora, el alto costo de contar con esta protección provisoria. Según datos que aportó la Fundación Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP), que trabaja por el derecho a la salud y el acceso a medicamentos en Argentina, tendría un precio poco accesible. “El laboratorio Gilead comercializa en EE.UU., el lenacapavir a US$ 44 mil por persona y por año, lo que resulta en una cifra inasequible y que pone en riesgo la sostenibilidad de los sistemas de salud”, explican desde la Fundación GEP.
Promesas
No solo su efectividad y facilidad en prevención llevaron a que el lenacapavir sea nombrada molécula internacional para el 2024 sino que su mecanismo de acción también es muy prometedor: su actividad interfiere con las proteínas que forman la cápside rodea y protege el material genético de los virus como el VIH.
Lo interesante es que muchos otros virus tienen su propia cápside similar, con proteínas parecidas. Así, esta nueva forma de interacción abre importantes perspectivas de lograr nuevos avances terapéuticos para tratar otras enfermedades virales.
Fotos bellamente premiadas
La revista Nature es, junto a Science, la otra publicación semanal que disputa el lugar de mayor influencia en la ciencia global. En su número de fin de este año, publicó una selección de una decena de imágenes científicas buscando destacar las más impactantes del 2024.
De ese listado elegimos tres.
* Un primerísimo plano de un ejemplar de gorgojo de la especie ‘Rhynchophorus ferrugineus’. Esta foto ganó un premio del concurso Nikon’s Small World Photomicrography Competition. El autor es un zoólogo egipcio, Sherif Abdallah Ahmed.
* De la mano del fotógrafo Enric Gener salió esta escena surrealista: una gaviota “navegando” sobre el caparazón de una tortuga. La imagen se tomó en el Mediterráneo y resultó finalista del concurso Oceanographic’s Ocean Photographer of the Year.
* El trasplante más pequeño. Literal. Es que este riñón fue el primer trasplante de feto a feto, realizado en ratas por científicos japoneses. Documentó un trabajo de investigación que analizaba las posibilidades de concretar un trasplante de órganos antes del nacimiento.