Mateo Adrián Yagame (18) pasó la mañana del sábado rasqueteando y pintando una de las paredes de su casa, en la localidad de Los Hornos, cercana a La Plata. Se había mudado en noviembre junto a su madre y a sus hermanos de 16, 15 y 3 años.
Horas más tarde fue asesinado por un grupo de personas cuando salió a defender a uno de los hermanos. La investigación determinó que quien lo apuñaló fue un menor de 14 años, que es inimputable para la Justicia.
Esa tarde, cerca de las 14, su mamá Noelia llegó a la casa. Uno de sus hijos se puso a freír unas milanesas para almorzar. Mateo continuaba trabajando en los arreglos.
Otro de los hermanos le pidió a su madre ir a comprar un jugo a un kiosco ubicado a pocos metros del hogar, sobre la calle 153 y 76.
El adolescente de 15 años -del que se preserva su identidad por ser menor de edad- fue con su celular. Antes de llegar a destino fue abordado por un grupo de al menos cuatro jóvenes, quienes le intentaron sacar el teléfono.
El chico volvió a su casa y les contó a sus hermanos. Mateo, el mayor de los cuatro, salió y fue hasta donde se encontraban los sospechosos. Allí, según testigos, comenzaron a discutir e insultarse.
Cuando Mateo intentó regresar a su casa, fue atacado por detrás y apuñalado en una pierna.
El puntazo fue profundo y comprometió la arteria femoral. Como pudo, llegó a su casa a pedir ayuda. Fue trasladado al hospital, donde falleció luego de permanecer casi dos días en estado crítico.
El dolor de la familia
Noelia Roldán (35) es la madre de Mateo. Vivía con sus padres y un hermano hasta que consiguió mudarse a un terreno donde construyó con mucho esfuerzo su casa. Le aclaró a Clarín que no es en la megatoma de Los Hornos, sino en un barrio cercano que posee una tranquera para ingresar.
El ataque ocurrió del otro lado de la tranquera. Mateo llegó corriendo a la casa de su madre para pedir ayudar.
“Mami, mami, se me sale toda la sangre”, gritó el adolescente con desesperación. Noelia agarró una toalla que tenía cerca y le realizó un torniquete para intentar que continuara desangrándose.
Luego le pidió a un vecino que lo llevara a un hospital. En un auto primero llegaron a la Unidad de Ponta Atención (UPA) de Los Hornos, pero luego fue trasladado en estado crítico al Hospital San Martín.
“Estuvo en el quirófano cinco horas y media. Los médicos me dijeron que tuvieron que resucitarlo. Tenía un hilo de vida, estaba entubado. El martes a la mañana me dijeron que tenía muerte cerebral y a las 21 que había fallecido”, dijo entre lágrimas a Clarín.
Según lo que pudo reconstruir Noelia, a Mateo “lo apuñalaron de atrás, no sé con qué, pero lo cruzó de lado a lado”. Y destacó que no supo si el elemento que utilizaron fue un fierro, un cuchillo o una faca.
La dos versiones
Existen dos versiones sobre lo ocurrido en la tarde soleada y calurosa del último sábado. La Policía señaló que la agresión se dio por conflictos de “vieja data” y que los involucrados fueron más de 10 personas.
También mencionaron en un el parte policial que una vecina señaló al menor de 14 años como autor del hecho y que escapó junto a su padre. La testigo no ratificó la denuncia en sede policial “por miedo a represalias”.
En el lugar solo había una cámara de seguridad privada que no grababa, sino que transmitía en vivo, indicaron. La Policía Científica tuvo que ir dos veces a la escena del crimen ya que la primera vez no había hallado rastros de sangre.
La versión que le contaron a Noelia los testigos es que fue un grupo de al menos cuatro jóvenes los que atacaron a su hijo. Ella aseguró que no los conoce ya que vive hace poco tiempo allí.
“Yo me mudé en noviembre, mis hijos no conocían a nadie, nunca pudo hacer sido una venganza o por conflictos viejos”, advirtió.
“Mi hijo salió a defender a su hermano, nada más. Él era el mayor de los cuatro”, afirmó, entre sollozos.
Quién era Mateo Yagame
Según su familia, Mateo tenía dos proyectos para este año: trabajar de día y estudiar a la noche. Junto a su abuelo materno y a uno de sus tíos, había trabajado en la casa para irse a vivir con su mamá y hermanos.
“Él quería terminar el secundario. Tenía miles de proyectos, como irse de vacaciones con su novia. Lo único que quería era trabajar y terminar la casa. Te ayudaba en todo”, remarcó Noelia.
Remarcan que Mateo era “súper protector”. Su mamá dijo que ella se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para ir a trabajar y también lo hacía Mateo para quedar a cargo de sus hermanos.
“Mi hijo era el hombre de la casa. No merecía lo que le pasó, era un buen nieto, sobrino y hermano”, dijo antes de volver a quebrarse emocionalmente
El pedido de justicia
El acusado de ser el asesino de Mateo tiene 14 años y para la ley argentina es inimputable, es decir, que no será sometido a un proceso penal. Ya está libre. Esto generó indignación en la familia de la víctima y su madre pidió “que pague por lo que hizo”.
“Mi familia está enojada, yo no tengo bronca porque no le puedo desear el mal a nadie. Yo quiero que pague. Aunque tenga 14 años, no puede andar dañando a la gente. Debe tener un castigo. No es justo que esté en su casa. Mis hijos que tienen la misma edad no salen a la calle a hacer daño. Yo a mi hijo ayer le di su último beso”, completó.
EMJ