La muerte de Priscila Bianca Galván, una joven de 22 años, generó un fuerte impacto en Tucumán. La aspirante a policía se descompensó durante su primer día de entrenamiento en la Escuela de Cadetes y falleció tras permanecer 23 días internada en terapia intensiva.
La joven fue trasladada de urgencia al hospital con la cara morada y rastros de sangre en la boca. Su familia denuncia que fue víctima de negligencia por parte de los superiores, quienes la habrían sometido a una sobreexigencia física. Ahora, exigen una respuesta oficial para presentar una denuncia penal y solicitar que se investigue el caso. “Ella era una chica sana”, afirmaron.
Priscila era oriunda de Taco Ralo, una localidad del departamento Graneros, ubicada a 130 kilómetros de la capital tucumana. Había decidido inscribirse en la Escuela de Policía para cumplir su sueño de formar parte de la fuerza. Ingresó el 3 de febrero, pero solo un día después, su vida y la de su familia cambiaron drásticamente.
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El 4 de febrero, en medio de temperaturas superiores a los 40°C, Priscila sufrió una grave descompensación mientras realizaba ejercicios al aire libre. Según testigos, la joven entrenaba sin las medidas de protección adecuadas para enfrentar el calor extremo, lo que podría haber influido en el trágico desenlace.
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Su prima Tiziana declaró a TN que el parte médico inicial indicó que Priscila padecía “rabdomiolisis”, una condición en la que los músculos se rompen y liberan sustancias en la sangre que afectan gravemente los riñones. Además, presentó insuficiencia renal: “No le habían hecho estudios hasta ese momento“, cuestionó frente a los medios. Además, afirmó que el personal del hospital le informó que su hija ingresó con sangrado en la nariz y la boca.
El estado de Priscila se agravó rápidamente y fue trasladada a terapia intensiva, donde permaneció internada durante 23 días sin mostrar mejoría. Finalmente, el 27 de febrero, falleció a causa de una falla multiorgánica y un paro cardiorrespiratorio. Su familia inició una lucha para saber la verdad. “Esto fue provocado por la actividad física intensa en medio de temperaturas extremas”, aseguró.
La versión de la madre y las dudas sobre el diagnóstico
María Armas, madre de Priscila, denunció irregularidades en la atención: “Los médicos me dijeron que tenía una infección urinaria, pero cómo podían saberlo si no llegaron a esclarecer lo sucedido”. La familia organizó varias marchas en pedido de justicia.
“Ella estaba contenta, era su primer día y no sé qué le hicieron a mi hija”, expresó la madre. La familia busca determinar si se respetaron los protocolos de seguridad y si se tomaron las medidas necesarias para proteger a los cadetes durante los entrenamientos.
Según TN, no se realizó autopsia al cuerpo de Priscila, y sus familiares esperan una respuesta oficial por parte de la Escuela de Policía para avanzar con la denuncia formal.
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“Ella era una chica sana y todo lo que le pasó desde su ingreso a la Escuela fue consecuencia de la rabdomiolisis con falla renal. Detectamos muchas falencias en el hospital, ya que cuando aún le estaban haciendo estudios, la directora ya había declarado a los medios que tenía infección urinaria, cuando esos análisis tardaban 72 horas en estar listos”, remarcaron.
La versión de la Policía sobre la muerte de Priscila
Desde la Secretaría de Seguridad de Tucumán defendieron el entrenamiento y minimizaron la situación. Negaron que la muerte haya sido consecuencia de una sobreexigencia.
“El entrenamiento es una preparación física normal para un policía. No vienen para estar en una oficina, la exigencia es la mínima para una persona que enfrentará situaciones de estrés y posibles enfrentamientos”, afirmó el funcionario Gustavo Vizcarra.
Vizcarra agregó que “en algunos casos, hubo descuidos personales donde los aspirantes no toman conciencia de que deben tener una preparación física previa”. También aseguró que “a todos se les realizaron exámenes médicos cinco meses antes y se les informó que enfrentarían pruebas físicas”.
“La preparación física actual no es ni la mitad de lo que hicimos nosotros cuando ingresamos a la fuerza”, agregó Vizcarra, y sostuvo: “Los jóvenes hoy tienen otros hábitos y consumen mucho alcohol. Aclaro que no es el caso de ella, pero hemos detectado fallas en la hidratación de algunos cadetes”.
Finalmente, aseguró que “todos los aspirantes presentaron ficha médica realizada en hospitales públicos y estaban al tanto del tipo de actividad que realizarían”.
Mientras esperan respuestas oficiales, la familia de Priscila Galván continúa su pedido de justicia y reclama una investigación para determinar si hubo responsabilidad en la muerte de la joven cadete.
NG / Gi