Con el arranque de julio sale el número 859 de Alternativa Socialista que podrás adquirir en cualquier local del MST en el FIT Unidad. En este número vas a encontrar el panorama político que como adelanto compartimos a continuación; artículos sobre la actualidad política y nuestra opinión ante el tema CFK, su proscripción y la corrupción en el país; una polémica con PTS y PO ante la pasada marcha de PJ; una nota de debate con Kicillof y la presentación de su nuevo libro. También un artículo sobre el derecho a huelga; una entrevista a María del Carmen Verdú, abogada y referente de la lucha contra la represión estatal, quien además es parte de la defensa de Alejandro Bodart en el juicio que impulsa la DAIA por apoyar a Palestina. Y por último, una nota acerca de la estrategia de un periodismo de izquierda, ante la censura y el ataque de ultraderecha. Ahora sí, nos metemos con este panorama del análisis político del país y las propuestas del MST.
La primera mitad del año terminó con el país en un escenario de tensiones, un avance destacado de las protestas sociales contra el gobierno de Milei y con el debate de las últimas semanas en torno al fallo que proscribe a Cristina Fernández de Kirchner. Ante cada hecho de la realidad se pone de relieve la necesidad de tener una herramienta política más fuerte. Por esta razón, el debate permanente de qué hacer es más necesario que nunca.
El envalentonamiento que desplegaba Milei tras el triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires se logró frenar con los diferentes procesos de lucha. De un par de semanas de ofensiva oficialista, donde parecía pretender comerse el mundo a pedazos con anuncios diarios, el gobierno se vio obligado a volver a una realidad bastante menos agradable para sí por la tenacidad de franjas importantes de trabajadores y jóvenes.
De todos los procesos que marcan el momento actual, hay uno que es causa nacional, conmueve a millones y sigue en curso: la lucha de las y los trabajadores del Garrahan. La defensa del hospital pediátrico emblemático de nuestro país ante el intento de vaciamiento por parte del gobierno de Milei es bandera de trabajadores de la salud y del pueblo. Con salarios congelados y camas vacías por falta de profesionales, que se van porque no pueden vivir solo con el reconocimiento (ya se fueron 200 en lo que va del año). Milei y Lugones atacan la salud pública argumentando que no todos tienen los mismos derechos y golpean al hospital que atiende al 50% de las infancias que asisten a los hospitales públicos en todo el país.
Ese accionar está destruyendo a este gobierno. Esta lucha se combinó con otras. Fue la pueblada en Tierra del Fuego ante el inminente cierre de fábricas por la política de brazos abiertos a las importaciones. Son los choferes de colectivo que, superando a la burocracia de la UTA, paran por sus salarios y sus condiciones de trabajo. Son las enormes concentraciones contra los ataques a la discapacidad, familias y profesionales están todos afectados ante los recortes e indignados por los dichos de funcionarios que aseguran que la atención corre por cuenta de la familia y no es incumbencia del Estado. Son las y los jubilados que no bajan los brazos. Son las y los científicos, que defienden la ciencia y la investigación atacada por esta banda de negacionistas. Nadie se salva solo es una consigna que convocó a científicos y aparece en cada conflicto como señal del momento que vivimos.
En el título de este artículo comenzamos preguntando qué tenemos que hacer desde la izquierda frente al gobierno del ultraderechista Milei. La respuesta no puede ser simplista ni reducirse a una sola tarea específica. Corresponde ver en toda su integralidad los desafíos planteados para la izquierda anticapitalista y socialista, y articular desde ahí un conjunto de tareas.
Confluencias de calle
Llegamos entonces a mitad de año con todas estas cuestiones interrelacionadas y con un pronóstico abierto hacia la segunda mitad del año. La incógnita central y evidente es saber si este torrente de luchas y oposición al gobierno continuará avanzando o lograrán frenarlo en la previa de los procesos electorales nacionales de octubre. Una u otra cosa no será lo mismo desde la perspectiva de las expectativas electorales del gobierno ni de otras fuerzas.
Por lo pronto, no nos detenemos en un análisis abstracto ni en comprensiones vacías de lo que acontece. Nuestra primera tarea es poner toda la fuerza que tenemos para que cada lucha triunfe, y para eso no se puede seguir peleando de forma atomizada. Hay que coordinar desde abajo.
Impulsando desde cada sector en lucha la mayor confluencia y unidad, el nadie se salva solo no es solo una consigna, importa mucho y es decisiva la unidad en la calle contra este gobierno como tarea inmediata.
Esa coordinación y la continuidad de cada pelea con el debate democrático desde asambleas de trabajadores de cada sector son lo que tiene que construir y ratificar el camino. Acciones que la burocracia desconoce, y que no las realiza no porque no pueda, sino porque no quiere. Son quienes han dejado correr al gobierno. Sabemos que cuando los trabajadores paramos, tiembla todo. Ya con el gobierno de Milei eso se demostró, y por eso no le dan continuidad a ninguna medida y hablan de que “no hay clima de paro”. Clima sobra, lo que falta es decisión política de derrotar a este gobierno.
Para superar a toda esa burocracia es necesario autoconvocarnos, unir cada lucha, imponiendo un paro general activo, poniendo millones en la calle y que se discuta la continuidad común de un verdadero plan de lucha hasta que derrotemos a este gobierno y su plan fascistoide, que tiene como objetivo derrotar a la clase obrera para imponer un régimen que no tiene nada que envidiarle a la esclavitud, para así poder dar una nueva mano a los capitalistas y aportar a que salgan de la crisis a la que nos tiene condenados este sistema desigual y en descomposición.
Es por eso que la tarea es ahora, no puede esperar. Quienes no son consecuentes opositores, son cómplices. Quienes hablan del 2027 como fecha de posible triunfo contra este gobierno habilitan que el pueblo siga perdiendo cada día con la ultraderecha gobernando, y en el fondo aprovechan parte de todo este ajuste, por si llegaran a volver a ser gobierno más adelante, actuando sobre tierra arrasada. Es ahora compañeros, es en la calle, es en unidad. Esa es la única manera de derrotar a la ultraderecha, si es eso lo que se quiere hacer.
Recetas que no
No es un secreto para nadie que un elemento central del período que vivimos es la crisis profunda del peronismo, veremos cómo actúa ante esto la proscripción contra Cristina. Sus históricos lazos con grandes franjas de la población se fueron entrecortando a fuerza de fracasos y políticas de ajuste desde sus gobiernos, con un salto de calidad en forma negativa en su última gestión con Alberto Fernández presidente, CFK vice y Massa superministro.
La reciente ronda de elecciones provinciales con un alto componente de baja participación, manifiesta un proceso ascendente de descreimiento general, que se explica tanto por el desastre actual libertario como por los fracasos pasados, de los cuales el peronismo ha sido ejecutor y protagonista. Está por verse cómo actuará la condena en este contexto de crisis interna, puesto que se pretendía resolver al interior del PJ con el lanzamiento de CFK como diputada en la Tercera Sección, que ahora no será. Toda la movida estaba al servicio de forzar un acuerdo de ocasión con Kicillof y su espacio. Si recordamos la explicación de CFK de por qué iba a ser candidata no deja lugar a duda de la situación crítica que vive su partido: “¿Alguien concibe que si al peronismo no le va bien en septiembre en el PBA, nos puede ir bien en octubre? ¿Alguien pensó que si nos va mal en septiembre, esto puede irradiar en las elecciones en octubre, a todo el país?”.
No había fortaleza en ese lanzamiento, hay desesperación electoral, peleas de cúpulas por el liderazgo y el sueño, dudoso, de un retorno en 2027 a la presidencia del país. Y ahora, con ella detenida sin poder ser candidata, intentarán posicionarse como se vio en el acto que convocaron, finalmente a Plaza de Mayo, donde todos los esfuerzos están puestos en “vamos a volver”, no ahora en la calle contra el fallo y por la libertad, sino con la elecciones como horizonte.
Por lo pronto, sencillamente presenciamos más de lo mismo. Ni un indicio de cambio de rumbo ni renovación política programática, y menos generacional. El PJ está anclado en disputas entre los mismos y cuestionados dirigentes centrales o provinciales, combinado con un discurso ubicado más al centro, de mayor moderación, a la búsqueda de conmover al auditorio del poder, en su intento de ser el recambio que viene luego de Milei en futuras
elecciones. Para esa estrategia, que solo favorece al propio Milei dándole el tiempo que necesita, la burocracia sindical del peronismo hace su parte con un inmovilismo de niveles históricos, que no llamó a parar ni contra el fallo, demostrando que es una burocracia oficialista, siempre cuidando sus negocios junto con quien gobierne, no importa si es un ultraderechista antiobrero como Milei.
La necesidad de frenar lo antes posible y derrotar todo el proyecto de este gobierno no se resuelve en disputas de sectores del aparato pejotista negociando con otros. Ni se logra volviendo sobre las mismas recetas que se han demostrado tan equivocadas, que su único logro fue traernos hasta Milei y este régimen cada vez más autoritario y represivo, hijo directo de las decepciones masivas que el PJ y otros partidos gobernantes causaron en su paso por el poder.
Aun así, la candidatura de CFK provocó revuelo en sectores del poder político y judicial. Y en el propio gobierno que la ataca y a la vez la prefería como contrincante para una polarización política feroz, fiel al estilo mileísta.
Por eso, la decisión de la Corte Suprema de ratificar en modo express su condena y evitar así su candidatura responde a los intereses de los Macri y la gran burguesía que representa más que de Milei. Desde el MST estamos en contra de que esta justicia privilegiada y funcional al poder político le quite a CFK la posibilidad de ser candidata. Estamos en contra de todo ese proceso judicial. Sí creemos que la corrupción es un problema estructural de todos los gobiernos capitalistas y frente a esto, estamos por saber la verdad a través de una profunda investigación realizada por una Comisión Investigadora Independiente, compuesta por personalidades que, sin compromisos ni presiones, lleguen hasta el final, desde los hechos pasados bajo gobiernos peronistas, hasta el caso $LIBRA y la estafa de este gobierno. Para enfrentar la proscripción es fundamental enfrentar de conjunto todo el plan del gobierno, llamar a movilizarse, a unificar las luchas, denunciar el ajuste de la mano del Fondo que lleva el gobierno. Solo con una fuerte pelea se puede lograr, cuestión que el PJ no va a hacer, como ya quedó demostrado.
Convocar a miles, ser alternativa de millones
La pregunta que sobrevuela es, entonces: ¿qué hacemos? En este sentido, nuestra propuesta es clara y concreta. Desde la izquierda anticapitalista y socialista tenemos el desafío de interpelar y convocar a miles y miles de trabajadores y jóvenes decepcionados con el peronismo y con otras fuerzas. De poco sirve sentarnos a expresar nuestra posición crítica a toda la estrategia nociva del peronismo sin a la vez proponernos un camino alternativo, donde esos mismos miles, muchos de los cuales provienen de esa experiencia, puedan ser partícipes y protagonistas directos. No yendo a sus posiciones por las presiones del momento, como participar de un acto del PJ al que no se le cambia ningún carácter, sino reflexionando pacientemente sobre esa acción, qué implicó, e invitando a que lo haga con nosotros.
Desde el MST continuamos creyendo y proponiendo que nuestro Frente de Izquierda, con su programa anticapitalista y socialista, tiene que realizar una enorme convocatoria, una gran asamblea o Congreso militante para que entre miles debatamos, intercambiemos y decidamos cómo impulsar y coordinar todas las luchas contra Milei y cómo fortalecemos una herramienta política alternativa, de peso, sólida y con vocación de poder para millones de trabajadores y la juventud.
No podemos definir qué necesitamos hacer desde la izquierda sin partir del tremendo desafío que implica enfrentar y derrotar a un gobierno y régimen de ultraderecha y a la vez superar toda la incapacidad del PJ y su experiencia práctica como gestor del capitalismo local. Semejante apuesta implica romper con toda lógica conformista, rutinaria, cerrada y sectaria en la práctica. La creencia de no cambiar nada, de no proponerse ningún salto de calidad en la capacidad de organizar políticamente a miles, es de las más equivocadas concepciones políticas que hoy existen dentro de una parte de la izquierda y de nuestro frente. Es en última instancia un elemento de cierto escepticismo en las reales posibilidades que tenemos por delante si hacemos lo que hay que hacer. De eso se trata, de terminar con el vegetar políticamente, cabalgando en una especie de statu quo de izquierda, cuando nuestra tarea pasa por revolucionar todo, incluso nuestras propias estructuras organizativas cuando se demuestran limitadas e incapaces de responder a la altura de los desafíos planteados.
Un Frente de Izquierda sin más de lo mismo
Las tareas planteadas implican un replanteo político y organizativo del FIT-U. Seguir por donde venimos alimenta la posibilidad de profundizar el estancamiento presente, cuya base es el modelo de frente electoral, que va pasando de ser limitado a ser directamente un obstáculo para el avance del Frente y de la izquierda anticapitalista y socialista como opción.
En las elecciones en CABA nuestro frente conquistó una banca, lo cual es positivo y a la vez manifiesta un problema real. Lo conseguimos con un margen muy acotado, estancados electoralmente sin lograr un avance ni conquistas mayores. Los compañeros del PTS dicen que los motivos de esa votación fueron que Myriam Bregman no fue la candidata y que además solo ellos militaron la campaña. Los argumentos, mezcla de equivocación y algo de pedantería, desvían la atención sobre los problemas reales, que van más allá de una candidatura o de una competencia sobre quién hace más campaña.
Tampoco es verdad lo que plantean de diferentes formas PO e IS, sobre que hubo causas objetivas de avance de las derechas que no permitían un resultado mejor, con lo cual también eluden debatir responsabilidades propias.
Seguimos creyendo que esos resultados en CABA son una muestra reciente, un nuevo reflejo, de los problemas de fondo que tiene nuestro frente. Y no se puede seguir eludiendo esa situación, porque hacerlo debilita al FIT-U.
Cuando hay problemas lo único revolucionario es reconocerlo y abordar el problema con propuestas superadoras. La realidad es que continuamos abordando cada elección sobre la base de una ausencia total de políticas comunes previas para intervenir en la realidad. Sobre la base de ausencia de reuniones del frente y de algún tipo de planificación colectiva. Sobre la base de ninguna estrategia política para debatir e intervenir ante cada disputa, ni estrategia común hacia la lucha de clases. La ausencia de todo esto culmina con una campaña electoral en que los armados no respetan relaciones de fuerza ni resultados previos, y en ese marco tampoco se despliega una campaña común, sino esencialmente acciones fragmentadas por cada uno de los partidos del frente.
Todo este déficit político no lo resuelve tal o cual candidata o candidato, sino un cambio profundo de orientación política. Y al hacerlo además podríamos lograr avances en medio de las disputas contra todas las derechas y ultraderechas, que no son superpoderosas ni un obstáculo objetivo para nuestro avance. El principal obstáculo lo tenemos que buscar dentro de las concepciones políticas erróneas que dan la orientación para el formato actual y más que limitado de nuestro frente.
Aun así, el FIT-U ocupa un lugar en la vida política del país y es la única opción frente a todas las fuerzas del régimen. Imaginemos todo lo que podríamos hacer y los muchos más que podríamos ser si se iniciara un cambio de verdad. De eso estamos hablando y para eso hacemos propuestas políticas y prácticas. El Frente de Izquierda es un valor y un capital político que bien puede ser plataforma para algo muy superior. Sus integrantes tenemos acuerdos y también matices y diferencias que no ocultamos. Ninguna de ellas debería impedir un funcionamiento real y mejor.
Nosotros volvemos a insistir en que el Frente de Izquierda Unidad puede y tiene que ser un partido común de tendencias o corrientes, que funcione democráticamente y de verdad tenga un funcionamiento de organización política viva y dinámica. Con una coordinación nacional, reuniones periódicas donde debatir los hechos políticos y las respuestas a dar. Donde se puedan debatir los grandes hechos de la lucha de clases y de disputa de la dirección contra la burocracia, siempre intentando buscar acuerdos, lógicamente, sin imponer a nadie nada, actuando con mayorías y minorías que no siempre serán las mismas. Donde todo, incluido lo electoral, se resuelva democráticamente. Donde cada corriente o tendencia mantiene su identidad y derecho a opinar e intervenir en la realidad con sus propuestas. Seguramente, si este funcionamiento existiera, otra hubiera sido la actuación del Frente de Izquierda ante la condena a CFK y la movilización a Plaza de Mayo, debatiendo en profundidad la postura y las consecuencias de una u otra política: mientras una actuó equivocadamente por presiones, otra se mantuvo con un posicionamiento principista, sí contra el fallo proscriptivo y no acompañando un acto del PJ.
Un Frente de Izquierda así también tiene que abrir la participación real a más sectores, más allá de la militancia de los cuatro partidos que hoy lo conformamos. Tiene que convocar y habilitar espacios de participación permanente por dentro del Frente para intelectuales que nos apoyan y pueden contribuir con sus aportes y opiniones. Para referentes sociales independientes que nutrirían de experiencia y mayor inserción social en diferentes lugares. Abrir también espacios reales para organizaciones políticas aliadas y amigas, que de una u otra forma vienen apoyando al FIT-U y convocan a votarlo en cada elección. Y atraer a la vez a esta experiencia a trabajadores y sectores desencantados con el peronismo y sus sectores afines. Todo ese capital humano, político, intelectual y social que rodea nuestro frente hay que tomarlo en cuenta y aprovecharlo positivamente para darle más densidad y peso social y político a esta unidad de la izquierda.
Volviendo al centro de este debate, sólo piensan en estas cosas quienes realmente creen que hay condiciones de avanzar cualitativamente desde la izquierda, quienes ven posibilidad de disputar la dirección a fondo y de organizar políticamente a miles de militantes aceptando su diversidad. En última instancia, quienes están jugados a fondo en la estrategia de ser opción de poder para millones de trabajadores y para la juventud. De eso estamos hablando y hacia eso apuntamos cuando volvemos a proponerle a todos los partidos que lo integran un cambio de calidad, sustancial y urgente dentro del Frente de Izquierda.
Intercambio y debate abierto
En el país vienen meses de mucha tensión social y política. Como marcábamos al inicio de este trabajo, en el último tiempo están ganando protagonismo emblemáticas luchas que dificultan los planes de Milei.
Nos preparamos para intervenir más en esos procesos y en cada sector que necesite nuestro apoyo solidario frente al gobierno, las patronales y la burocracia sindical. Paralelamente vamos a continuar impulsando un debate a fondo sobre las tareas y desafíos estratégicos de la izquierda anticapitalista y socialista. Y colocamos todas las propuestas que hacemos desde el MST como un aporte abierto al intercambio con otros sectores, organizaciones y referentes, lo cual consideramos necesario y oportuno.
Lo hacemos a fondo y convencidos de este camino. Como decimos en un trabajo reciente: “nos apasiona la idea de poner en movimiento un proceso masivo de construcción política, que rompa todo rutinarismo y dogmatismo, y nos obligue a revalidar posiciones y a poner todo a debate permanentemente, en un rico proceso de intercambio democrático. Esto rompe con toda lógica conservadora, aparatista y de autopreservación. Como se sabe, cuando prima la democracia obrera para decidir, las mayorías y minorías son transitorias, dinámicas, no permanentes y entonces las formaciones políticas dejan de tener dueños cristalizados”. 1
Por eso hacemos extensivo este intercambio y debate a todas y todos los referentes y organizaciones con las cuales compartimos luchas y experiencias en diferentes ámbitos de intervenciones. Les proponemos ser parte de este debate e intercambio de propuestas a
todas y todos quienes apoyan a nuestro frente, a quienes impulsamos listas comunes en sindicatos y espacios estudiantiles, a quienes damos batallas juntos en la lucha socioambiental y de género y diversidad, a quienes estuvimos construyendo en común una política unitaria e independiente el pasado 24 de marzo. Es hora de intercambiar ideas a fondo, de generar foros, paneles de debate, de tener espacios comunes que potencien y profundicen un camino por más y mejor unidad de la izquierda.
Para finalizar, también creemos que hacia la tarea de impulsar todas estas propuestas se hace muy necesario seguir fortaleciendo y haciendo más grande al MST en todo el país. Porque estas ideas, para llevarlas adelante cada vez con más fuerza, necesitan hacerse más extendidas y más insertas social y políticamente. Por eso, si compartís las líneas centrales de nuestra propuesta de fondo, te estamos invitando a sumarte activamente a nuestro partido y a pelear junto a nosotras y nosotros por esta estrategia, con el horizonte de lograr un gobierno de las y los trabajadores y el socialismo.
1. Polémica con el PTS. Dos concepciones en la izquierda frente a la etapa Milei