Este lunes 20 de enero, en Esquel, el gobernador Torres protagonizó una declaración más “brutal”, al salir de una reunión con un sector de la comunidad mapuche. La declaración fue brutal no por sus características “militares”, judiciales o políticas, sino por su alto contenido racista. Suelto de cuerpo y de lengua advirtió a las comunidades mapuches que “los delincuentes ya no tienen lugar, los vamos a sacar a patadas de la provincia” y “quien cometa un delito, sea de la raza o la religión que sea, en Chubut va a pagar las consecuencias”.
Para defender a un supuesto “chubutense” o “argentinidad”, el gobernador acude a todo tipo de argumentos racistas, en una verdadera “cruzada” contra el pueblo mapuche, llegando a arrogarse el derecho de decidir quiénes son los mapuches “auténticos” (los que apoyan al PRO por supuesto) y quienes son “falsos mapuches” que vienen de Chile a usurpar la riqueza y romper la “armonía” del pueblo argentino. El “chubetense” que agita hasta el cansancio Torres vino a redoblar los argumentos racistas para estigmatizar al pueblo mapuche, y todo al servicio de los negocios de las empresas imperialistas.
A casi 15 días del desalojo de la Lof Pailako del Parque Nacional Los Alerces, donde la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y el presidente de Parques Nacionales, Cristian Larsen, supervisaron el desalojo del grupo de “falsos mapuches”, el gobernador impulsó la creación un “comando unificado” en Esquel, que se extiende por toda la Comarca Andina, para avanzar en la criminalización contra los “falsos” Mapuches. Un ejemplo de racismo, derechos vulnerados y el fondo de la cuestión: la disputa por el territorio.
Ese día manifestó que “Durante 18 años, en Argentina se usurpaba impunemente, y la usurpación prácticamente se había legalizado. La propiedad privada había perdido su valor. Luchamos durante muchos años para poner fin a la Ley 26.160, y este gobierno lo logró. Este es el primer desalojo de una serie que marcará el fin de una etapa en la que en Argentina reinó la falta de respeto hacia la propiedad privada”, destacó Bullrich.
En estos días, los incendios forestales que arrasan con miles de hectáreas de bosques nativos, les dieron oportunidad al gobernador de continuar la compaña de discriminación y negacionismo realizada por el gobierno de Chubut contra el pueblo Mapuche y su pelea histórica por el reconocimiento de su derecho a sus tierras ancestrales.
Patricia Bullrich, que salió impune de los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, ahora de la mano de Ignacio Torres, vuelve a querer generar un clima de odio y racismo contra los pueblos originarios que indefectiblemente terminará en nuevos ataques contra las comunidades.
Te puede interesar: Memoria Verdad y Justicia. Otro revés a los apologistas del genocidio: la Nieta 139 recuperó su identidad
Te puede interesar: Memoria Verdad y Justicia. Otro revés a los apologistas del genocidio: la Nieta 139 recuperó su identidad
El racismo explica la agitación de Torres y Bullrich frente a la indisciplina de las comunidades Mapuche-tehuelche, de quienes esperan que acepten resignados el despojo y la destrucción de la naturaleza. Esa indisciplina es nombrada por los gobiernos como violencia, y a partir de ahí, justifican la represión.
“Falsos Mapuches”, un slogan útil para perpetuar la desigualdad y llevar adelante la política represiva que impulsa el “Consenso de Bariloche” contra los pueblos originarios
Nacho Torres tomó el camino de ser el que quiere llevar adelante la política de Patricia Bullrich contra los pueblos originarios, la misma Bullrich que tiene las manos ensangrentadas por sus crímenes de estado, Patricia Bullrich sale de las sombras como la verdadera autora intelectual de las campañas de odio e instigación a la violencia contra las comunidades que impulsa Nacho Torres.
El mismo gobernador, este lunes 20 al salir de la reunión con algunas comunidades mapuches repitió los que ya había señalado Bullrich en 2021: “ En esto no hay grises: estas del lado de los terroristas o del estado de derecho”, parece que Torres quiere repetir el libreto de su mentora política hasta en el más mínimo detalle.
Los pueblos indígenas son el blanco elegido por el gobierno nacional y los gobiernos provinciales ya que los planes de saqueo al servicio del FMI y de las multinacionales no pueden permitir que se sostenga en el tiempo el reclamo que une a todos los pueblos preexistentes al Estado nacional: el derecho al territorio.
Te puede interesar: Chubut. Epuyén: Más de 3.000 hectáreas fueron consumidas por el incendio forestal
Te puede interesar: Chubut. Epuyén: Más de 3.000 hectáreas fueron consumidas por el incendio forestal
El slogan de “falsos mapuches” es central en el discurso del gobernador Torres para legitimar distintas formas de violencia contra formas de acción directa y también apuntala la ofensiva política, policial y judicial contra las múltiples comunidades que litigan por la tierra en Chubut, Río Negro y Neuquén.
El Estado nacional y las provincias tienen un gran punto en común, avanzar con el extractivismo, un punto de consenso que militan en común desde La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y el peronismo. En esta orientación de entrega de los bienes comunes naturales, existe un elemento central que es la disputa por el territorio. Estados y empresas (petroleras, mineras, terratenientes) quieren avanzar sobre los derechos indígenas.
Es esta orientación que impulsan Milei y Torres la que no puede permitir la tradición de las “recuperaciones territoriales” del pueblo Mapuche-Tehuelche en la Patagonia.
Por eso esta campaña racista y las falsas acusaciones de “Terroristas”, “chilenos”, “mataron a los tehuelches” o de “falsos mapuches” que impulsan desde los gobiernos tiene un motivo generar un consenso que naturalice o acepte, bajo la demonización y estigmatización, un nuevo enemigo interno, es decir, de las comunidades originarias, un nuevo despojo de los territorios ancestrales a las comunidades originarias a favor de las multinacionales y empresarios.
La creación del Comando Unificado en la cordillera chubutense realizado el domingo pasado por el gobernador Torres es similar al impulsado por Macri y luego por Fernández con los gobernadores de Chubut, Río Negro y Neuquén que intenta demonizar y dividir a diversos movimientos populares, en este caso inclusive en el mismo pueblo mapuche, con el objetivo de crear un enemigo interno, un chivo expiatorio que justifique el vertiginoso aumento de la represión a la protesta social, y en este caso en nombre de la defensa de la propiedad privada y de las tierras fiscales.
Hace unos años, Adrián Moyano, licenciado en Ciencias Políticas y periodista, quién escribió tres libros sobre el Pueblo Mapuche, afirmaba que “la ofensiva y represiones” contra el Pueblo Mapuche tiene relación con la anunciada “lluvia de inversiones” que el gobierno nacional promete para la Patagonia. No es pura coincidencia veremos, con el discurso de Torres y la lluvia de inversiones que promete para Chubut.
Detrás de esta batalla del gobernador del PRO por las necesidades urgentes del negocio extractivista a partir de la corrupta ley bases y el RIGI se encuentran argumentos transformados en “sentido común” tras siglos de opresión, sobre todo a partir de la conformación del Estado nacional. El “chubutense” que agita hasta el cansancio Torres vino a redoblar los argumentos racistas para estigmatizar al pueblo mapuche, y todo al servicio de los negocios de las multinacionales imperialistas.