El primer ministro británico, Keir Starmer, ha rechazado los ataques a su Gobierno lanzados en redes sociales por el magnate y próximo integrante de la Administración de Donald Trump, Elon Musk, y ha asegurado que con las recientes amenazas de muerte que ha recibido una de sus compañeras “se ha cruzado una línea”.
“Cuando el veneno de la extrema derecha conduce a graves amenazas contra Jess Phillips y otros, entonces, en mi opinión, se ha cruzado una línea”, ha valorado este lunes Starmer, después de que la diputada laborista fuera calificada por Musk como “apologeta del genocidio de violación”.
Starmer, que no ha mencionado directamente a Musk, ha señalado que “los que están difundiendo mentiras y desinformación” no están “interesados en las víctimas”, según recoge la agencia de noticias Bloomberg.
Musk acusó a Phillips de bloquear una investigación dirigida por el Gobierno sobre un caso de captación de mujeres menores de edad por parte ciudadanos paquistaníes, principalmente, en ciudades británicas hace una década.
Los ataques de Musk han ido dirigidos también contra Starmer, al que ha pedido su dimisión después de acusarle de ser cómplice del “mayor crimen en masa cometido en la historia de Reino Unido” en su etapa como fiscal.
Un informe independiente de 2022 encargado por el Gobierno señaló que entre 2010 y 2014, más de 1.400 niñas al cargo de los servicios de protección del Estado fueron víctimas de abusos sexuales por parte de grupos organizados, en su mayoría formados hombres paquistaníes.
Musk también ha utilizado estos días su redes sociales para pedir la liberación del agitador ultraderechista británico Stephen Yaxley-Lennon, más conocido como ‘Tommy Robinson’, en la cárcel por difundir acusaciones falsas contra un refugiado sirio, ignorando una orden judicial que se lo impedía.