Madrid, 27 ene (EFE).- Varios agentes de Policía Nacional han señalado este lunes, durante el juicio al responsable de una empresa de viajes de Sevilla, que ejercía como guía turístico y acusado de agredir sexualmente a tres estudiantes americanas en viajes, que las “incitaba a beber alcohol”, lo que hacía que las víctimas presentasen un “estado de semiinconsciencia”.
En la primera sesión del juicio, celebrado este lunes en la Audiencia Nacional, en Madrid, han comparecido varios policías nacionales pertenecientes a la Unidad de Atención de la Familia y la Mujer (Ufam), responsables de investigar los hechos a partir de testimonios comunes de varias mujeres en redes sociales.
El acusado, que declarará al final del juicio, se enfrenta a una petición de la Fiscalía de nueve años de cárcel por delitos de agresión y abuso sexual -ahora ya tipificados por agresión- a estudiantes americanas durante dos viajes a Marruecos y Portugal en 2013 y 2017.
La acusación particular eleva la petición de pena a los 15 años y reclama mayores indemnizaciones.
Los agentes responsables de la investigación han relatado al tribunal que el imputado ejercía de “líder con las chicas” creando un “clima de confianza” en el que las agasajaba y las llevaba a sitios, por lo que ellas se sentían “confiadas y halagadas porque percibían que iban con una persona responsable”.
En ese ambiente destacaba el “consumo abusivo” de alcohol fomentado por el propio acusado, que se encargaba de que “no les faltara una copa de lo que fuera”. “Él las incitaba a beber”, han aseverado.
Las tres víctimas, estudiantes mayores de edad, relataron hechos similares a los investigadores: que habían venido a España para estudiar y, una vez allí, contrataron una excursión con la empresa del imputado, que él mismo dirigía.
Además, en la habitación del hotel o de su apartamento, el guía turístico promovía “ciertos juegos de connotación sexual” a las estudiantes, y algunas de ellas hablaban de que sufrieron “estados de semiinconsciencia” a causa del alcohol injerido, según la Policía.
Una de las agentes ha declarado que varias jóvenes dijeron haber sufrido “flashblacks” con la imagen del acusado encima de una de las víctimas “completamente desnuda”, si bien aseguraron que no tenían capacidad física de reaccionar ante dicha situación.
Los hechos que se juzgan sucedieron en dos viajes a Marruecos y Portugal en 2013 y 2017, en los que el acusado trabajaba como guía turístico.
La Fiscalía sostiene que durante el primer viaje el acusado agredió sexualmente a una joven norteamericana que estudiaba en Salamanca, quien se habría despertado con heridas en las rodillas, con el convencimiento de haber sido “drogada y sodomizada”.
Cinco años más tarde, en 2018, la estudiante americana mencionó lo que le había sucedido en unas jornadas en la Universidad de Florida, y dos de las asistentes relataron que en un viaje a Portugal en 2017 con la misma agencia habían sufrido una experiencia de similar índole por parte del procesado, lo que las llevó a denunciarlo. EFE