Llegan ciertos momentos de la vida en que una persona se replantea fehacientemente si lo que está haciendo está bien, o mismo qué eligió y si lo está haciendo feliz. Podría decirse que este el caso de Sergio Lapegüe, quien luego de renunciar a TN, contó que su cabeza hizo un clic cuando cumplió 60 años.
En medio de una extensa entrevista que dio, a donde habló de todo, Lapegüe cayó en la cuenta de que solo le quedan, laboralmente hablando, apenas 5 procesos de vacaciones para tomarse, lo cual le pareció totalmente abrumador.
“Algo pasó con los 60. Cumpliste 60, gran fiestón, pero algo se te movió. Se te movió el piso”, le consultó María Laura Santillán en Infobae. Allí fue que Sergio, con la honestidad brutal que tanto lo caracteriza, hizo un profundo análisis.
“Cambio. Sí, hizo un clic la década esa. Decir, ¿hacia dónde voy? ¿Cuánto falta? ¿Qué hago? ¿Cuánto tengo? Un amigo nuestro me dijo: ¿cuántas vacaciones nos quedan a esta edad? ¿Cinco laburando? ¿Cinco? Cinco!!! Me shockeó Coco”, confesó el histórico conductor.
Patear el tablero de la vida siempre es una opción que está latente, pero que a medida que uno llega a determinada edad, parece volverse más complejo. Sin embargo, con Lapegüe no ocurrió: “Y dije, guau, ¡tenés razón! Me falta hacer algo, ¿no? Me pasó a los 50. Palito Ortega vino a tocar a mi cumpleaños, me dice: ‘vas a cumplir 50 pero no están más los 50. ¿Ya hiciste todo?’”.
LA CRISIS QUE ATRAVESÓ SERGIO LAPEGÜE A SUS 60 AÑOS
En este cambio profundo que hoy vive el periodista, una de las preguntas que apareció por decantación fue la de “cuánto tiempo le queda para disfrutar”. Ese replanteamiento lo hizo abrir los ojos y pegar un volantazo radical en su presente.
“Cuánto tiempo queda para disfrutar en óptimas condiciones, me preguntaba. En las vacaciones subir una muralla, por ejemplo. No sé cómo es el futuro, nadie lo sabe, es hoy”, reveló Lapegüe en medio de una charla profunda
Y al finalizar agregó: “Una vez en un barco con unos amigos había un argentino que había comprado unos hoteles en la zona de Cancún. Me dice: vendí todo. ¿Y ahora qué hacés? Y me dice: nada, me despierto a la mañana y veo, hago lo que se me ocurra. Le digo, ¿cuál es tu futuro? Había zafado de un cáncer de próstata, ‘mi futuro es hoy’, me dijo. Boooooom al cerebro. Mi futuro es hoy. Tiene razón. ¿Qué sé yo qué puede pasar dentro de dos días?”.