Siempre se lo ha asociado a la risa fácil, con ese gesto pícaro que lo convirtió en uno de los artistas más queridos del país. Sin embargo, con el paso de los años y como parte de una transformación total desde lo artístico, Guillermo Francella ha ido experimentando nuevos terrenos, pasando al drama, a lo emotivo… incluso al lado oscuro. Y demostró no solamente ser un todoterreno sino también uno de los grandes y más reconocidos actores de la historia de la Argentina.
En esta oportunidad, Guillermo decidió mostrar un costado mucho más íntimo y, tal vez, un tanto inesperado o desconocido para algunos. Como invitado al streaming de OLGA, el actor se animó a confesar lo que significa vivir bajo la sombra -o la luz- de esos personajes tan populares como simpáticos que marcaron su carrera.
“Hay una demanda externa que no te permite estar serio, que te pide que seas más simpático”, reconoció Francella sin vueltas. No lo dijo con tono de queja, pero sí con la sinceridad de quien ha aprendido a convivir con esa presión invisible que llega desde el cariño del público.
Con más de cuatro décadas de carrera, y siendo la cara de éxitos como Casados con hijos, Francella explicó que esta exigencia social no le roba la alegría, pero sí lo llevó a modificar su manera de estar en el mundo. “No es algo que me oscurece ni me come en mi vida, pero me pone más ermitaño, más para adentro”, confesó.
GUILLERMO FRANCELLA REVELÓ EL EFECTO NEGATIVO QUE LE PROVOCÓ LA POPULARIDAD
Incluso reveló que hay situaciones que prefiere evitar. “Me pasa que en los lugares multitudinarios, salir y eso, me mete más para adentro”, admitió el actor. El aplauso, las fotos, la simpatía… todo se convierte en una especie de ritual que, aunque agradece, también lo empuja a buscar refugio en la tranquilidad.
Esta revelación de Guillermo no llega en cualquier momento. Por estas horas está de estreno con la película Homo Argentum, su nuevo proyecto que promete arrasar en el cine. Allí se anima a un desafío monumental: interpretar 16 personajes distintos en una serie de viñetas que reflejan la identidad argentina. Un espejo de nuestra cultura en el que, de alguna forma, también se refleja él.
Lejos de un escenario o el set de grabación, Guillermo mostró ese lado B que no suele salir mucho a la luz. Sabiendo que en el común popular se crea una imagen que siempre lo encuentra con una broma o una frase icónica para hacernos reír, pero que de fondo esconde una persona como cualquier otra, con sus días, con sus cambios de ánimo, con todo lo que eso conlleva.