Catalina Gorostidi volvió a Gran Hermano y la casa estalló. Y es que, después de la inesperada salida de Juliana “Furia” Scaglione, la producción decidió activar un nuevo Golden Ticket y traer de vuelta a la pediatra. Su ingreso se dio en medio de una gala llena de tensión, donde los jugadores no tardaron en reaccionar.
El regreso de Catalina no pasó desapercibido. Algunos la recibieron con entusiasmo, pero otros quedaron en shock. Katia, conocida como “La Tana”, fue la primera en manifestar su incomodidad. “No quiero estar acá, ya está, me quiero ir”, dijo sin vueltas. La situación dejó en claro que su presencia iba a cambiar por completo la dinámica de la casa.
Santiago del Moro explicó los motivos de esta decisión. “Gran Hermano cree que Catalina no llegó a mostrar todo lo que tenía para dar. Por eso, le da una segunda oportunidad”, aseguró. En redes, la noticia generó opiniones divididas. Mientras algunos celebraron su vuelta, otros cuestionaron si era justo para los que todavía siguen en competencia.
Al entrar, Catalina dejó una frase que marcó su postura en el juego. “Que se caigan las caretas”, lanzó con seguridad. Su relación con Furia había sido de idas y vueltas en su primera participación, y ahora entró con una actitud desafiante. Su regreso promete sacudir la convivencia y generar nuevos conflictos.
LA CONFESIÓN DE CATALINA GOROSTIDI
La producción apostó fuerte al traerla de vuelta. Su personalidad explosiva y su historial dentro del reality garantizan momentos intensos. “No vengo a hacer amigos, vengo a jugar”, afirmó en su primera charla con sus compañeros, dejando claro que no piensa pasar desapercibida.
Con este giro inesperado, la casa de Gran Hermano cambió para siempre. Los jugadores deberán adaptarse a la nueva competencia, mientras que el público seguirá cada movimiento. La guerra está declarada y todo puede pasar.