Le fascina la cámara y los estudios de televisión. Ariel Ansaldo supo construir su espacio en la televisión, y los medios, en mayor o menor medida desde su irrupción en Gran Hermano. Por eso, el ex participante se las ingenia para mantenerse latente en el plano público.
Probablemente esa pulsión por la pantalla chica no se erija en el único motivo de este novedoso paso. Concretamente, el oriundo de Berazategui encontró una oportunidad en eltrece, más precisamente al sumarse al histórico ciclo de Cuestión de Peso.
A partir de esta determinación, Ariel buscará modificar su cotidianidad y atender un problema de salud, como lo es la obesidad. Con la sonrisa característica, el mediático se lanzó con todo a esta aventura y en su primera incursión en el programa de Mario Massacessi sorprendió con revelaciones muy personales.
“Yo era hermoso, era como Brad Pitt. Era una preciosura, era rubio, tenía pelo largo, físico estupendo, carisma. Llegar a un lugar y llamar la atención, ser el centro de las miradas. Ahora también lo soy, pero un par de cambios hubo, unos 20 o 30 kilitos de más”, contó.
En cuanto a las razones que tallaron en su consideración, Ansaldo describió con mucha valentía: “Llegó el momento de enfrentar un gran cambio y sacrificio, de salir de una vez por todas de mi zona de confort. Quiero mejorar mi cuerpo, mi salud y, por qué no, mi vida”
En otro momento del ciclo, Ariel abrió las puertas a un hábito muy singular que mantuvo hasta los doce años, que no suele suceder y que escapa de la norma. El ex GH admitió que tomó la mamadera de leche hasta esa avanzada edad, lo que causó asombro.
Y en ese testimonio, Ansaldo iluminó el instante preciso en que abandonó ese consumo llamativo: “La dejé cuando pasé de la primaria al secundario”. En tanto que exteriorizó que todas las noches bebe un litro de leche fría antes de acostarse.