Los últimos datos oficiales de inflación más altos de lo esperado, pusieron la lupa sobre la renta que brindan los plazos fijos. Por ende, los ahorristas se preguntan cómo se posiciona ahora tanto la versión tradicional como la que ajusta en base al índice UVA, y cuál resultará ser la más ganadora en los próximos meses, en base a las proyecciones de los economistas.
Por el lado de los plazos fijos tradicionales, desde el 31 de enero pasado, la tasa de referencia de política monetaria cayó unos 300 puntos básicos, por lo que los bancos pagan una tasa nominal anual (TNA) de 27% promedio para colocaciones a un lapso de 30 días, que es el tiempo mínimo requerido por el sistema para el encaje de los fondos.
Por lo tanto, la renta que se obtiene por dejar invertidos los pesos durante cerca de un mes es de alrededor de 2,22%, cifra que varía según la entidad financiera seleccionada.
Esta rentabilidad hoy se ubica apenas por debajo de la inflación mensual que se registró en febrero pasado, que fue de 2,4%, un nivel apenas superior al 2,2% de enero pasado, pero con tendencia a la baja para los próximos meses.
Casualmente, este índice de precios al consumidor (IPC) es la variable por la que ajusta la renta ofrecida por el plazo fijo UVA, pero el obstáculo que tiene es la obligatoriedad de dejar los fondos depositados por un tiempo mínimo de 180 días.
Por ende, no permite disponer la liquidez de forma inmediata. Ante esta dificultad, se puede optar por la opción “precancelable” para poder salir de la colocación después de los 30 días de hacer la constitución, pero el problema que tiene esta posibilidad es que la tasa por esta extracción anticipada es de apenas 20% de TNA. Es decir, de ejecutar esta alternativa, en apenas un mes paga 1,64%, cifra que pierde frente a la inflación.
A este escenario se le suma un factor que no pasa desapercibido, es que el canal de ahorro preferido por los argentinos se ha despertado en las últimas semanas. El dólar libre avanza alrededor de 1,8% en la primera mitad de marzo, por lo que lo vuelve más atractivo en cuanto al rendimiento ofrecido. De hecho, en todo 2025 suma cerca de 7%, superando a la inflación del mismo período.
El plazo fijo tradicional puede ganar terreno en los próximos meses
Plazo fijo tradicional vs. Plazo fijo UVA, ganador en el mes a mes
Si bien la inflación fue más alta a lo esperado en febrero, en el mercado se espera una baja en los precios de la economía para los próximos meses. Por lo que, en ese escenario, el plazo fijo tradicional comenzará a ganar terreno y rentabilidad positiva.
Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), confeccionado por el Banco Central sobre una encuesta a unos 40 economistas, se prevé que en el actual marzo la inflación sería de 2,17%. Y con el correr de los meses iría descendiendo, ya que para abril se espera 1,9%, y para mayo y junio alcanzaría una baja hasta 1,7% mensual.
En este sentido, un plazo fijo tradicional estaría ofreciendo 2,36% en los 31 días de marzo, mientras que un plazo fijo UVA, que toma en cuenta los registros de los 45 días previos, pagará este mes 2,26%.
En tanto, en abril se espera que un depósito tradicional pague 2,24%, mientras que una colocación UVA alrededor de 2,29%.
Luego, en mayo, el plazo fijo tradicional pagaría 2,2%, mientras que el UVA brindaría cerca de 2%.
Y en junio seguiría a la baja la renta de las colocaciones, en sintonía con el descenso de la inflación y una posible baja en la tasa de interés de referencia. Así, el depósito tradicional daría alrededor de 2,1%, mientras el UVA cerca de 1,8% en ese mes.
Plazo fijo: cuál conviene
La conclusión de los analistas, por el menor tiempo exigido de permanencia, es que hoy el plazo fijo tradicional se posiciona como la mejor alternativa respecto a la versión UVA.
“El favoritismo que colocó al plazo fijo UVA como una de las mejores inversiones de 2024, estaría esfumándose, aunque sigue brindando la posibilidad de preservar el valor de los ahorros por expectativas de un ritmo descendente de la inflación mensual esperada”, dice Andrés Méndez, director de AMF Economía, a iProfesional.
En otras palabras, según considera este analista, tanto en marzo como en el próximo trimestre el tenedor de un plazo fijo UVA obtendrá rendimientos que, al menos, mantendrán el poder de compra de los ahorros. Pero el gran problema que tiene es el tiempo “eterno” de inmovilización del dinero.
“La realidad es que el plazo fijo tradicional constituye en este ejercicio una herramienta que preserva la capacidad de compra del dinero colocado, sin necesidad de acudir a una inmovilización de 180 días, como propone el plazo fijo UVA. Este último, si bien puede precancelarse pasados los 30 días, genera magros rendimientos, en caso de ser abandonado antes de los 6 meses”, reflexiona Méndez.
Si bien los economistas que participaron del REM están viendo una reducción de las tasas de interés para el trimestre que viene, por el momento el plazo fijo tradicional posibilita mantener el poder adquisitivo de los fondos, algo que no sucedió en los últimos años.
Por eso, ante este escenario, se duda que el plazo fijo UVA logre captar un mayor atractivo de los ahorristas.
“Si con condiciones mucho más ventajosas en el pasado, el plazo fijo UVA no llegó a captar el 10% del mercado de depósitos a plazo, en estas circunstancias su participación cae en picada, ya que ahora de cada $100 depositados por particulares y empresas a plazo, solo 1,4 pesos fueron colocados en dichas colocaciones”, concluye Méndez a iProfesional.-