En diálogo con Canal E, la tributarista, Elisabet Piacentini, analizó las recientes medidas fiscales del Gobierno y su impacto en las empresas. “Este enero ha sido muy movido, con muchas empresas recalculando costos debido a la baja de aranceles y otros impuestos”, afirmó. La reducción de impuestos en sectores como el automotor y el de motocicletas ha sido bien recibida, sin embargo, falta avanzar en temas como ingresos brutos o impuesto al cheque.
Uno de los temas centrales fue el impuesto a los ingresos brutos, que sigue siendo un obstáculo para la competitividad. “El ministro mencionó que las provincias no han bajado ingresos brutos, sino que incluso los han aumentado“, señaló Elisabet Piacentini. Santa Fe, por ejemplo, elevó un 9% el impuesto a las Fintech y los créditos, encareciendo el financiamiento para empresas y particulares.
El cobro de ingresos brutos implica una pérdida de competitividad importante
El problema se agrava para las pymes con operaciones en varias provincias. “Algunas jurisdicciones cobran hasta un 5,5% de ingresos brutos, lo que, sumado al IVA y tasas municipales, encarece significativamente los productos“, explicó. Lanús, por ejemplo, impone una tasa municipal del 6%, lo que significa que una misma venta puede estar sujeta a múltiples impuestos, algo que no ocurre en otros países. “Esto nos deja fuera de competencia frente a productos importados, que no pagan ingresos brutos en su país de origen”, advirtió.
Piacentini también recordó el incumplimiento del pacto fiscal que eximía a los fabricantes de ingresos brutos en 2023. “Lejos de eliminarlo, los fabricantes siguen pagándolo y, peor aún, lo hacen de forma anticipada, ya que los bancos retienen el impuesto antes de la venta”, denunció. La carga administrativa también es alta, con 30 sistemas de retención y percepción que dificultan aún más la gestión fiscal de las empresas.
El impuesto al cheque también implica una traba para la competitividad
Otro punto crítico es el impuesto a los débitos y créditos, conocido como impuesto al cheque. “Representa un 1,2%, y aunque las pymes pueden tomarlo a cuenta de cargas sociales y ganancias, sigue siendo una traba para la competitividad“, explicó la entrevistada. Comparado con otros países, este tributo es una rareza. “Cuando presentamos proyectos en el exterior y mencionamos este impuesto, muchas veces nos lo devuelven pensando que es un error“, agregó.
Las tasas municipales también han generado polémica. “Supermercados ya advierten a los clientes que ciertos municipios aplican un 3% o más en cada compra, lo que encarece aún más los productos”, mencionó. En este sentido, destacó la importancia de la transparencia fiscal, una iniciativa que busca detallar en cada ticket cuánto se paga en impuestos. “Por ejemplo, el 40% del precio de una gaseosa son impuestos. Sin esta carga, podríamos comprar dos por el precio de una”, ilustró.
Si bien Piacentini valoró las recientes reducciones de impuestos, como la eliminación de retenciones y percepciones en pagos con tarjeta de crédito para pymes, reconoció que aún queda mucho por hacer. “Se han dado pasos en la dirección correcta, pero falta avanzar más para que las empresas y los consumidores realmente sientan el alivio fiscal“, concluyó.