Los asesores del presidente electo, Donald Trump, están considerando un plan arancelario que se aplicaría a todos los países, pero se limitaría a importaciones críticas específicas, informó el Washington Post, citando a personas familiarizadas con las discusiones que no identificó.
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De aplicarse, el plan supondría una reducción significativa de los aranceles universales del 10% al 20% que Trump había propuesto durante su campaña, una medida que los economistas esperan que haga subir los precios al consumidor y distorsione los patrones del comercio mundial.
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No quedó claro de inmediato qué sectores o bienes se verían afectados, pero probablemente se centrarían en aquellos cuya producción Trump pretende traer de vuelta a EE.UU., según el informe.
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El objetivo de Trump incluye potencialmente la cadena de suministro industrial de defensa —a través de aranceles sobre el acero, el hierro, el aluminio y el cobre—, así como suministros médicos críticos, como jeringuillas, agujas, viales y materiales farmacéuticos. Trump también podría apuntar a los materiales energéticos, incluyendo baterías, minerales de tierras raras y paneles solares, informó el Post, citando a dos de las personas.
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