La tensión cambiaria sigue aflojando. El precio del dólar encadenó doce jornadas consecutivas en baja, una racha que no se veía en muchos años. La cotización oficial mayorista se consolidó así por debajo de $1.300 y volvió a los niveles de finales de julio, previo a la suba abrupta que registró a fin de mes. Por delante, el Gobierno tiene el desafío de mantener el equilibrio, en medio de una moderación de las tasas de interés en pesos.
En lo que va de agosto, el tipo de cambio oficial mayorista acumula una baja de casi 6%. De esta manera, borra casi toda la suba que registró a finales del mes pasado, cuando en solo dos jornadas trepó 6,4% hasta tocar un máximo de $1.374, lo que en su momento desató preocupaciones en el mercado por la manera tan rápida en que lo hizo, a pesar de mantenerse dentro de la banda de flotación.
Los operadores destacan, entre otros factores, los buenos flujos de ingresos que sigue registrando el agro, lo que en parte ayuda a sostener la merma de la tensión cambiaria. Pero, sobre todo, la suba de las tasas de interés de los instrumentos en pesos a corto plazo juegan un rol fundamental en la calma cambiaria, aunque ahora empiezan a mostrar una dinámica de “normalización“, lo que podría quitarle presión bajista al precio de la divisa.
Una moderación en los rendimientos en pesos empezó a observarse en las últimas jornadas, luego de que el Gobierno liberara alrededor de $2 billones en el mercado financiero tras las licitaciones de deuda. Las tasas de las letras del Tesoro aflojaron a la zona del 50% nominal anual, aunque las cauciones entraron en una dinámica de volatilidad extrema, pero con máximos de 45% anual, lejos del 82% que tocó la semana pasada.
¿La baja de tasas hará rebotar al dólar?
Si bien las tasas de interés exhiben una moderación en comparación con los niveles que alcanzó en las jornadas anteriores, rendimientos como los actuales (en torno al 50% nominal anual en el caso de las Lecap) siguen siendo muy altos en términos reales (más de 4% mensual, muy por encima de la inflación), lo que incentiva las posiciones en pesos y le quita atractivo al dólar.
En diálogo con iProfesional, los analistas de Clave Bursátil afirman que el Gobierno demostró que su idea es “dólar calmo a cualquier costo”, por lo que buscará la manera para que así sea. Estiman que las tasas de interés de las letras y bonos del Tesoro se mantendrán en torno al 50% anual en promedio, lo que haría que por ahora el tipo de cambio siga relativamente estable.
“La crisis de la tasa de interés, desatada por el plan de política monetaria de emergencia del Gobierno, genera cierta certidumbre: es poco probable que el dólar suba en este contexto. La severa falta de liquidez afecta a los bancos, el Tesoro convalida aumentos violentos de tasas de interés y el costo de financiamiento para las empresas alcanza niveles inviables para la actividad económica”, afirman.
Este escenario, sostienen, “fuerza a los agentes económicos a vender activos en pesos para obtener liquidez, mientras el costo del apalancamiento se vuelve prohibitivo”. Por lo tanto, estiman que lo más probable es que hasta las elecciones de octubre la cotización del dólar se mantenga en torno a los $1.300 (o, incluso, ligeramente por debajo).
“Creemos que el tipo de cambio seguirá bajando, tal como lo venimos diciendo desde hace varias semanas. El oficial mayorista ya rompió la barrera de los $1.300 y tenderá a hacia un rango cercano de $1.250. Las cauciones se nivelaron en torno al 40% y las Lecap lo hicieron en 50%, mientras que la tasa de los préstamos en los bancos se mantienen por encima del 60%”, agrega Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, en diálogo con iProfesional.
Lazzati sostiene que, en caso de mantenerse estos niveles de tasas de interés en pesos, el tipo de cambio seguirá operando con relativa estabilidad (sin sobresaltos) hasta las elecciones legislativas de octubre. Sin embargo, advierte, la actividad económica se vería afectada por la menor demanda de crédito en pesos por parte del sector privado.
Las tasas de interés marcarán la tendencia del dólar
“Un nivel de tasas ‘relativamente’ bajo podría presionar al dólar al alza, mientras que un nivel ‘relativamente’ elevado podría hacer que prolongue su caída. Tras las declaraciones del ministro Luis Caputo sobre el rol de la política monetaria, pareciera que la sintonía fina de la tasa la hará el BCRA, con un ojo puesto en el tipo de cambio, al menos hasta las elecciones de octubre”, afirma PPI.
Por su parte, Oulier destaca “dos cosas interesantes” de la jornada del lunes, las cuales parecieran indicar que el Gobierno pretende que la cotización se mantenga por debajo de $1.300. Por un lado, el hecho de que el tipo de cambio oficial mayorista caiga por debajo de ese nivel, mientras los dólares financieros siguen operando levemente por encima.
“Por otro lado, en el mercado de futuros, el volumen también cayó, pero lo interesante pasó por el comportamiento de la tasa implícita: a la mañana, mientras se registró el mayor volumen de venta con tasas implícitas más bajas, y luego de las bajas por debajo de $1.300 del tipo de cambio oficial, las tasas volvieron a subir y aún así las tasas cortas terminaron por debajo de lo operado el jueves”, agrega la consultora.