Zaragoza, 29 dic (EFE).- Porfirio Fisac, entrenador del Casademont Zaragoza, señaló tras la victoria de su equipo sobre el Bàsquet Girona (96-68) que, por encima del triunfo, se ha cumplido una de sus máximas ilusiones que es ver el pabellón Príncipe Felipe “a reventar” tras haber colgado el cartel de “no hay billetes”.
“Ya dije en el verano que era que una de mis máximas ilusiones. Uno de los objetivos es atraer a la afición, que esté cómoda, que disfrute y que se enganche. Es un año más que para pedir para disfrutar”, ha señalado en rueda de prensa.
Igualmente ha destacado que también se sentía “orgulloso y contento” por haber acabado el partido “con tres maños sobre la pista”.
También ha subrayado que ha sido un partido especial para él como técnico por igualar “al mejor entrenador” que ha tenido el club zaragozano, el desaparecido José Luis Abós, con 198 encuentros al frente del club.
“Es un técnico que nunca será reemplazable y es un orgullo decir que llevo los mismos partidos que Pepelu Abós. Nunca hubiera soñado con llegar a algo así y estar a la altura del más grande entrenador que ha pisado esta pista”, ha resaltado.
Del partido ha explicado que han jugado un encuentro “completo y con mucha actividad y energía a pesar de algunos momentos de despiste”.
“Salvo eso hemos tenido una fortaleza reboteadora y hemos estado a grandísimo nivel con control del ritmo de partido con los dos bases. Sabíamos que si les llevábamos a sufrir la clasificación en la que se encuentran les podía hacer más daño incluso que nosotros”, ha analizado.
Con respecto al gran partido de Jilson Bango, que ha sido el máximo anotador del partido (27 puntos) y el más valorado (34) ha indicado que tiene “un hambre que devora”.
“Da igual si juega dos minutos. Creo que su carrera puede ser muy larga y a un gran nivel. No necesita jugar muchos minutos para jugar bien. Es un grandísimo jugador pero me quedo con el hambre, la humildad y la ilusión que tiene”, ha remachado.
Con respecto a la temporada que está haciendo el conjunto zaragozano ha reconocido que no esperaba tener un inicio tan arrollador y menos tras la lesión de uno de los líderes, el montenegrino Bojan Dubljevic.
“El grupo me esta sorprendiendo, en casa especialmente. Fuera hemos hecho buenos y malos partidos pero la dificultad es esa. Si jugáramos solo una competición podríamos luchar por todo, pero jugando dos competiciones no puedo predecir y además necesitamos un grado de ayuda desde el punto de vista de que no haya lesiones”, ha apuntado.EFE