La directora gerente del organismo internacional, durante un balance de la economía mundial en 2024, se encargó de elogiar a la gestión de Milei y todas las políticas aplicadas durante el transcurso del año. Pero a pesar de celebrar los resultados cosechados por la gestión libertaria, las exigencias también se hicieron presentes en un documento del Fondo.
Desde Washington, en una conferencia de prensa, Kristalina Georgieva, la número uno del organismo, felicitó a Milei por los resultados obtenidos en el 2024, luego de la implementación de todas las reformas económicas puestas en marcha por el gobierno. “Uno de los casos más impresionantes de la historia reciente“, fueron las palabras elegidas por Georgieva para celebrar lo que representa al ajuste equivalente a 5 puntos del PBI, o como lo bautizó el presidente, el ajuste más grande la historia.
“El caso más impresionante en la historia reciente es Argentina, donde los efectos han sido profundos, con la implantación de un sólido programa de estabilización y crecimiento”. De esta manera, la economista búlgara, extendió las declaraciones relacionadas al desempeño en materia económica del gobierno libertario, además de señalar que el comportamiento llevado adelante por esta gestión es un síntoma de esta época ya que en “muchos países” se ha observado “un cambio de marcha en el frente de políticas públicas”.
Pero, lo recibido por Milei, no solo fueron elogios, sino que el Fondo, también se encargó de volverle a marcar la cacha en materia cambiaria. Las declaraciones de Georgieva no fueron las únicas palabras hacia el gobierno, sino que ese mismo día, el directorio del organismo dio por aprobada la evaluación Ex Post, en donde las advertencias al país, en política cambiaria, continúan en discusión.
Esta evaluación, encargada de estudiar todos lodos los programas que el Fondo tiene con los países acreedores, marcaron que Argentina superó las expectativas dentro de los pedidos del acuerdo de facilidades extendidas, negociado por Martín Guzmán en 2022. Aunque al mismo tiempo las demandas en la cuestión cambiaria se mantienen.
El Fondo Monetario le continúa marcando algunos desequilibrios en relación a lo exigido en el acuerdo vigente. Según esta institución, para que Argentina pueda fortalecer su economía, Milei debería ponerle fin al cepo, terminar con las restricciones cambiarias y unificar el tipo de cambio, cuestiones que al BCRA le permitirían acrecentar el nivel de divisas internacionales. Una visión que choca de frente con la estrategia del equipo económico de Caputo, ya que el fin de las restricciones cambiaria llevaría directo a una devaluación del peso. Y si hay un destino al que no quiere llegar este gobierno, en un año electoral, es al de un país con una aceleración inflacionaria, sobre todo cuando la desaceleración de esta variable ha sido uno de sus caballitos de batallas en todo el 2024.
Por otro lado, las recetas en materia cambiaria no son las únicas recomendadas por el directorio del FMI, sino que también, agrega otras cuestiones a analizar en función de cumplir con las metas propuestas por el programa. En materia monetaria exigió una tasa de interés positiva, por encima de la inflación, la cual facilitaría la inversión en pesos. En relación a lo fiscal, el Fondo reconoce el resultado obtenido luego de los profundos recortes realizados en el Estado, pero continúan exigiendo la eliminación de subsidios en la energía y en el transporte. Además, insisten en la necesidad de una nueva reforma previsional para mejorar la sostenibilidad de este sistema. Y por último, exigen la implementación de una reforma impositiva, para eliminar distorsiones del sistema tributario actual, y a su vez “mejorar la flexibilidad en las relaciones fiscales con las provincias”.
Ninguna de todas estas declaraciones y publicaciones, realizadas por el Fondo Monetario Internacional, están direccionadas a cambiar la situación de crisis por la que están atravesados la mayoría de los trabajadores en el país. El festejo de Georgieva por los resultados obtenidos por Milei, es celebrar; la caída del poder adquisitivo; los despidos realizados por el Estado y los privados; el recorte en educación, salud y ayudas sociales; o la alegría de algo más grotesco, la mitad de un país sumido en la pobreza.
Con las exigencias agregadas por el directorio del FMI, parecería que pretenden multiplicar todas estas consecuencias. Y a este panorama el gobierno podría acceder, sobre todo cuando ya existen negociaciones para la implementación de un nuevo programa. El cual, Caputo lo necesita de manera urgente para conseguir esos fondos frescos para sanear la situación económica.
Las previsiones mientras el país se mantenga atado a los designios del FMI, solo son de ajuste, hambre y represión, siendo estas las consecuencias de cumplir con todas las exigencias de este organismo. Frente a esto, el desconocimiento de los acuerdos y la ruptura de las relaciones con este organismo es fundamental si se quiere terminar con esta lógica. Actualmente la deuda de Argentina con el FMI se ubica por encima de los U$S 40.000 millones, es decir, que se mantiene casi en los mismos niveles que en su inicio (2018). Y de ese dinero, ningún peso/dólar fue enviado a solucionar alguna cuestión de fondo del país. Por este motivo es necesario que todos estos recursos se reordenen en función de las necesidades de la mayoría y no que estos estén sometidos a los intereses representados por este tipo de organismos financieros.