En el tramo final de 2024, buena parte de la discusión política ya se centra en las elecciones legislativas del año que viene, en las que se renovará la mitad del Congreso. El oficialismo apunta a generar un armado en común con el PRO, aunque ya se perciben chispazos sobre qué lugar ocupará cada partido en el armado y sobre todo por la voluntad de Mauricio Macri de mantener su liderazgo en la Ciudad de Buenos Aires, el bastión de su partido. Este domingo, el presidente Javier Milei impuso condiciones y anticipó que si la alianza no se da en todo el país, La Libertad Avanza jugará por su cuenta.
“Me niego rotundamente a eso de que ‘en esta sección sí, en esta sección no’. Eso es hacerle trampas al electorado. O vamos juntos en todo (con el PRO), o vamos por separado. Trampas al electorado, no”, sostuvo el Presidente en una entrevista con la revista Forbes, que se publicará completa el domingo que viene y de la que hoy se conoció un adelanto.
“Los que estamos del lado de las ideas de la libertad, nos ponemos de este lado. Del otro lado no me interesa, porque yo no estoy del otro lado, no tengo nada que hablar con los kukas (en referencia a los kirchneristas)”, continuó el libertario.
El planteo de Milei coincide con los dichos de Patricia Bullrich, quien este domingo sostuvo en una entrevista que el PRO hoy es mayormente oficialista y que tendría que sumarse a una fusión que se liderada por La Libertad Avanza. “Esta elección es profundizar la transformación o ser del club del helicóptero”, dijo la ministra.
En el PRO, en cambio, se vienen barajando otras posibilidades. En los últimos días viene sonando fuerte la posibilidad de que Mauricio Macri encabece la boleta para senadores de la Ciudad, con la intención de mantener su liderazgo en territorio porteño. También trascendió que el jefe de Gobierno, Jorge Macri, pretende impulsar la iniciativa de desdoblar las elecciones, para que se vote a legisladores de la ciudad de Buenos Aires entre mayo y julio de 2025. El proyecto oficial sería que no haya PASO en cargos locales y votarlos con Boleta Única Electrónica.
En el anticipo de la entrevista con Forbes, se publicaron una serie de definiciones económicas del Presidente. Allí, por ejemplo, reiteró cómo es su plan para levantar el cepo cambiario.
“En la medida que repitamos otro mes con inflación en torno al 2,5% mensual, habilita que pasemos a bajar el crawling peg al 1%. Ahí vamos a tener una inflación objetivo de 1,5%. Si eso persiste, estamos en condiciones de ir a una parte vinculada ya a la flotación limpia y si resolvemos el problema de stock del Banco Central y la base monetaria en el formato tradicional coincide con la base monetaria amplia, estamos en condiciones de abrir el cepo. Se tienen que cumplir esas tres metas para que podamos abrir el cepo sabiendo que no va a generar inestabilidad de la demanda de dinero. Ese es el eje central”, explicó.
A su vez, ratificó que su objetivo es aprovechar su buen vínculo con Donald Trump para fomentar un acuerdo de libre comercio entre la Argentina y los Estados Unidos. Al ser consultado sobre el impacto en el Mercosur, sostuvo que fue uno de los puntos que puso sobre la mesa al asumir la presidencia del organismo.
“Planteé tres puntos en la agenda. Por un lado, una agenda de seguridad contra el narcoterrorismo. Es un trabajo de suma importancia. Vamos a hacer controles comunes. La agenda puertas adentro es empezar a bajar el arancel externo, eliminar las barreras para-arancelarias, empezar a tratar de que pase de ser una simple unión aduanera defectuosa. Al mismo tiempo, propuse que cada uno de los países tenga libertad de poder negociar tratados de libre comercio. Si no, el Mercosur se convierte en una carga, y nosotros lo que necesitamos es comercializar, no cerrarnos. A efectos prácticos, no ha funcionado como una herramienta para promover el comercio. No digo salir del Mercosur, lo que digo es cambiar las condiciones en las cuales nos relacionamos porque nos estamos perjudicando todos. Dentro de esa agenda, vamos a avanzar en un tratado libre comercio. No tengan dudas. Voy a hacer lo que sea necesario para que los argentinos vivan mucho mejor”, aseguró.
Su vínculo con Luis Caputo y los econochantas
En otro tramo de la entrevista, se le consultó a Milei cómo lleva su relación con Luis Caputo, teniendo en cuenta que es el primer presidente economista de la historia.
“Es fabulosa. Tenemos un vínculo simbiótico. Estoy orgulloso y feliz no solo de haber elegido a un tipo verdaderamente brillante como es Toto Caputo, sino que además es un excelente ser humano y me ha generado una felicidad enorme que lo hayan condecorado como el mejor ministro de Economía del mundo. Estoy feliz con el equipo económico, disfruto hablando con ellos. A veces nos juntamos a cenar para discutir de Economía”, contó.
Luego cargó como hace habitualmente contra quienes habían pronosticado que su gestión iba a fracasar. “Todos los que nos criticaron, erraron. Estos mandriles econochantas o econochantas mandriles o econochantas de Mandrilandia. Había un imbécil que decía que si hacíamos todo bien teníamos 300% inflación”, dijo.
También recordó su llegada al poder, se definió como un “outsider” y planteó que lo que pasó en su primer año de gestión fue “increíble”. “Lo tomo con mucho aplomo (…), me lo tomo como un trabajo. Mucha gente se sorprende porque hago lo que prometí en la campaña. Mi job description decía: ‘Tenés que bajar la inflación, que la economía se libere de tantas restricciones, reformas estructurales y terminar con la inseguridad'”.
El atraso cambiario
El Presidente también habló sobre la tendencia de que muchos argentinos elegirán Brasil para sus vacaciones, porque se estima que los precios del verano serán más bajo que los de las playas argentinas.
“No me parece una anomalía. La anomalía fueron los últimos 20 años de la Argentina. Hay subyacente una discusión de si el tipo de cambio está atrasado o no (…). En 2002 no se iba nadie de vacaciones. Teníamos un superávit de cuenta corriente, que tuvo un pico de 16 puntos el PBI, después fue 8 y entraban dólares hasta por las orejas. La pregunta es si estábamos bien, porque fue uno de los peores momentos de la historia argentina. Cuando hacés las cosas mal, tu moneda se deprecia. La contracara es que destruís los salarios reales. ¿Vos querés que los argentinos sigan viviendo con salarios miserables de US$ 300 como cuando asumimos? ¿O preferís como hoy que tengan salarios de US$ 1.100? Yo prefiero que tengan salarios de US$ 1.100”, dijo.
“Sobre la discusión concreta de si hay atraso cambiario, primer punto: una forma que refleja que tenés atraso cambiario es que tenés el tipo de cambio fijo y perdés reservas. Argentina en el último año compró cerca de US$ 25.000 millones, con lo cual no vendría a ser el caso. Otro indicador de atraso cambiario es que lo cubrís con endeudamiento. Argentina en el último año canceló deuda por US$ 35.000 millones. Y otra forma es que estés sosteniendo el dólar subiendo la tasa de interés. Recibimos la economía argentina con una tasa de interés del 235% y hoy es del 35%. Por lo tanto, no están ninguno de los mecanismos con los cuales generás apreciación cambiaria”, agregó.
D.D.