Ya sea por las luces, los grandes anteojos oscuros o las largas rastas, a Lenny Kravitz se lo ve igual que en 2005, cuando llegó por primera vez a la Argentina y llenó dos veces la cancha de Boca.
El tiempo no pasa para este exitoso cantante, multiinstrumentista y compositor de 60 años, que volvió al país por cuarta vez y el miércoles por la noche llenó la primera de dos fechas en el estadio Movistar Arena.
En rigor, en aquella primera visita tenía el pelo muy corto, pero ahora se lo vio con el característico look de casi toda su carrera, con pantalón de jean ajustado, camperita corta de cuero y un manojo de collares tapándole el torso semidesnudo.
En el debut de esta serie de conciertos demostró que no solo luce en perfecto estado sino que sigue siendo un gran músico, con tantos hits que es capaz de armar un repertorio que es prácticamente una seguidilla de éxitos.
Cómo fue el show
A las 21.15 se apagaron las luces del estadio Movistar Arena, cuando ya había ingresado todo el público que agotó las localidades. Lenny apareció con su guitarra modelo Flying V y enseguida arrancó con el clásico Are you gonna go my way, de 1993 (¡tres décadas atrás!). El clima de fiesta fue inmediato.
Sin pausa alguna, enganchando los temas, hizo I’ll be waiting, Bring it on, TK421 y I’m a believer. Recién ahí, después de haber arengado a un público fervoroso, hacer incendiarios solos de guitarra y mover las caderas, dijo un escueto “¡Buenos Aires!” a manera de saludo inicial.
Exageró un gesto de exhausto después de tanto rock, y escuchó con atención y orgullo el cantito de “¡Olé olé olé, Lenny, Lenny!” que le regaló el público. Pidió perdón por no hablar bien castellano, y en inglés dijo que estaba agradecido de volver después de tantos años (la última visita fue en 2019).
“Este es uno mis lugares favoritos -contó- porque la energía y el espíritu de la gente es tan fuerte y hermosa. Los amo mucho. Esta es su iglesia, así que celebremos la vida juntos”.
Ahí comenzó un nuevo tramo, siempre siguiendo la premisa de incluir algunas canciones de su último disco, como Human, Paralyzed y antes con TK421. Del material más conocido, se lució especialmente en I believe in you y Stillness of heart, donde sobre el final repitió el estribillo tocando una guitarra acústica.
Después. en Believe se sumó un trompetista, preanunciando lo que luego sería una sección de vientos para otros temas. En un momento hizo subir a un chiquito que le llamó la atención y le regaló una púa.
También se hizo el tiempo para presentar a su grupo, pidiendo un aplauso especial porque muchos de ellos estaban por primera vez en el país. Había dos cantantes en coros, un tecladista, la guitarra de Craig Ross y la deslumbrante baterista Cindy Blackman Santana.
La lista del tramo final del show fue realmente impresionante: Always on the run, It ain’t over til it’s over, Again, American woman, Fly again y el bis con Let love rule, donde bajó nuevamente hasta las vallas de las primeras filas, esta vez con el torso descubierto y permitiendo que le saquen fotos de cerca.
Aún faltando una fecha, se puede asegurar que Lenny Kravitz ya juega de local en Argentina, con un público que canta todos los temas y hasta tararea las melodías o los riffs de guitarra. Agradecido y feliz, él también lo dio todo e hizo uno de sus mejores recitales en el país.