25, diciembre, 2024
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Paraguay vs. Argentina: ¿Un nuevo Dibu Martínez? Del duro castigo a la necesidad de reinventarse sin perder su esencia

Lionel Messi es la máxima atracción del seleccionado argentino. Posiblemente, en el mundo: lo que provoca la Pulga excede el marco de la Argentina. Es mundial. Será, desde ya, el protagonista estelar del encuentro de esta noche, desde las 20.30, en Asunción, frente al ascendente Paraguay. Pero también habrá otro foco de atracción: Emiliano Martínez. El partido de la selección puede ser uno más, pero el de Dibu puede tener un resultado aparte.

El fanatismo se lo lleva Messi, el capitán. Resulta imposible imaginar un estadio en el que esté Messi y que sus camisetas no se multipliquen. Los fanáticos del rosarino le brindan tributo a cada paso y por eso cuando asisten a verlo, lo reconocen con la 10 de Barcelona, de la selección argentina, de Paris Saint Germain o de Inter Miami. Sin embargo, en la visita de los campeones del mundo este jueves a la Nueva Olla, en un duelo por las eliminatorias sudamericanas, la autoridades locales prohibieron la utilización de la camiseta del rosarino, una determinación que los medios locales bautizaron como “ley anti Messi”.

La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) instrumentó una controvertida medida: no se permitirá la entrada con camisetas que lleven el número 10 y el nombre de Messi, decisión que no se limita solo a casacas de la selección argentina, sino que también incluye las del Barcelona e Inter Miami. Detrás de Leo, está Dibu. ¿Habrá camisetas de Dibu? En la previa las hubo. A Emiliano Martínez lo aman… y lo cuestionan con dureza, en casi todos los sitios del mundo. También, en Paraguay.

Emiliano Martínez, seguro y desafiantePAUL ELLIS – AFP

Ahora, tras cumplir las dos fechas de suspensión impuestas por la Conmebol, el marplatense de 32 años intentará registrar una nueva marca en la visita de este jueves a Paraguay. El flamante ganador del trofeo Lev Yashin, que premia al mejor arquero del mundo, procurará igualar a Sergio Romero como el guardameta argentino que más vallas invictas acumula en la historia de las eliminatorias. Y algo más: tendrá un partido mental. Uno muy especial.

Tan importante es Martínez para el DT Lionel Scaloni que, pese a haberse ganado el puesto a mediados de 2021, se ubica décimo en presencias en el ciclo, con 46, y tiene grandes posibilidades de superar a Ángel Di María, que suma 48 en el noveno lugar. “Irradia confianza y en ningún momento transmite las dudas que todos tenemos”, lo describe el seleccionador. Sin embargo, hay muchos Dibu dentro del mismo Martínez.

Dibu es otro. O parece otro. La suspensión, evidentemente, lo marcó. Ya empezó a pagar las consecuencias de sus actos de indisciplina. Primero, se perdió los dos partidos de las eliminatorias Sudamericanas, ante Venezuela (10 de octubre) y Bolivia (15 de octubre). Realizó un descargo en Instagram, como una suerte de mea culpa. Quedó un puñado de semanas.

“Acepto la sanción de la FIFA y pido disculpas si ofendí a alguien, el momento de celebración es para hacer sonreír a muchos chicos y no faltar el respeto a nadie. Apoyaré a mis amigos en esta fecha FIFA con el dolor de no poder estar. Nunca fue mi intención faltarle el respeto a nadie, ni entendía que un gesto bien recibido por la gente era ofensivo, pero trataré de no ofender más a nadie y solo enfocarme en ganar títulos con Argentina y Aston Villa”, escribió. Enseguida tras el mensaje, el arquero sumó un corazón como emoji y arrobó a la cuenta de la selección argentina.

“Tienen algo contra mí”. Tiempo después, el arquero argentino que golpeó una cámara de un camarógrafo colombiano tras la derrota por 2-1, fue más auténtico. “No lo podés controlar. Doy todo por mi club y la selección. Doy lo mejor de mí. A veces tienen algo contra mí, no lo puedo controlar. Disfruto con mi equipo y país. Tengo que entrenar, me quedaré aquí. Lástima que no pueda estar, tenemos equipo de sobra, sugirió.

James Rodríguez le marcó un penal a Dibu en BarranquillaRAUL ARBOLEDA – AFP

Más tarde, jugó el juego que más le agrada. “Los hinchas colombianos me insultaron durante todo el partido. Les habíamos ganado dos veces, así que es normal que no les caiga bien. Yo felicitaba a cada uno de los jugadores y el cámara colombiano seguía riéndose de mí. No lo emitieron por televisión. Entiendo que esté trabajando, pero también tiene que respetarme”, apuntó.

Más sereno, menos explosivo, aunque con menos reflejos. Así se lo vio últimamente en Aston Villa, en donde también es Gardel. Un 1-1 con Bournemouth, 1-4 con Tottenham, 0-1 con un penal insólito frente a Brujas (Champions League) y un 0-2 con Liverpool representan sus últimas intervenciones.

Gustavo Alfaro, que suele planificar con mucho rigor cada uno de los detalles de sus adversarios, sabe que Dibu es la segunda gran atracción argentina. Y conoce sus vicios: no hay que descartar ciertas intervenciones de sus soldados para sacarlo de eje. Su historial no se puede transformar.

Por segundo año consecutivo se consagró como el mejor arquero del mundo. En la Gala de París fue abucheado: fue el único verdaderamente castigado. Todo un doble mensaje. El seleccionado lo adora, Messi lo ama, el país está detrás de cada uno de sus volcadas. Dibu Martínez sabe que, en su vuelta a la selección, va a jugar un partido psicológico. Uno muy especial.

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