Con o sin Consejo, Boca necesita paz

07/08/2025 20:18hs.

Nadie duda de que las decisiones en Boca llevan el sello de Riquelme. Las realmente importantes y muchísimas otras de poco peso pero en las que el personalismo de Román lo hizo ocupar siempre el rol protagónico. No se puede pensar que ahora que no existe el Consejo como fue concebido, mágicamente la historia vaya a cambiar.

Las salidas de Cascini y Serna podrán descomprimir un poco – realmente apenas un poco- el clima de enojo y disconformismo porque el equipo ni juega bien ni mostró señales de estar recorriendo un camino virtuoso. El desafío real para el presidente de Boca está en definir si realmente piensa delegar en personas más expertas las áreas en las que no ha mostrado solidez.

Aunque Riquelme siempre se haya mostrado confortable viviendo en el conflicto, deberá comprender que Boca necesita un poco de paz. La vibra que rodea al fútbol es un ancla que se retroalimenta de mala onda a cada minuto. Si no es Merentiel que no entendió el cambio, es Rojo que se pelea hasta arreglar su desvinculación o Palacios que en redes dispara contra todos. El clima se devora a referentes e ídolos a casa paso. Sin hacer revisionismo histórico, en los últimos diez días la tormenta sacudió a dos del Consejo, al entrenador y a quien hasta hace poco era uno de los capitanes del equipo. Incluso, el efecto Paredes con la Bombonera llena de hinchas ilusionados se diluyó con los papelones ante Atlético Tucumán y Huracán.

La llegada de un manager deportivo será un camino buscando no repetir errores pasados sólo si se lo empodera como corresponde. Porque aunque lo urgente le pase por arriba a lo necesario, el mundo Boca pide paz. Que el tiempo entre partido y partido no sea tan doloroso, que a ningún jugador le dé igual quedarse que irse, que los talentosos se enfoquen en lo que se deben enfocar. Paz. Porque la guerra en la que optó vivir la está perdiendo por lejos.