La economía atravesó un momento bisagra. Esta semana, Moody’s, una de las tres agencias calificadoras más influyentes del mundo, decidió mejorar la calificación de riesgo de la Argentina y destacó las últimas medidas económicas del Gobierno. En paralelo, los grandes bancos internacionales empezaron a actualizar sus informes sobre empresas locales, recomendando invertir en algunas de las principales empresas que cotizan en bolsa.
¿Qué implica esta mejora? ¿Por qué la banca internacional vuelve a mirar a la Argentina? Y, sobre todo, ¿cuáles son las empresas que hoy concentran las mejores perspectivas según los analistas del mundo financiero?
La decisión de Moody’s de subir la nota crediticia de la Argentina –tanto en moneda local como en dólares, de CAA3 a CAA1– es el primer avance concreto en años. La calificación todavía ubica al país en el terreno especulativo, es decir, dentro de los mercados de alto riesgo, pero marca un “pasito” en la dirección correcta.
¿Por qué se produjo este cambio? Según la agencia, la mejora refleja una percepción más positiva sobre la política económica del actual Gobierno. Moody’s valoró la reducción del riesgo de nuevos eventos de default, el avance en la liberación progresiva de controles cambiarios, la firma de un nuevo acuerdo con el FMI y el inicio de un ciclo de reformas estructurales.
También destacó el proceso de desinflación y la adopción de una política fiscal más ajustada, que busca poner orden en las cuentas públicas.
¿Qué efectos puede tener? Si bien la Argentina sigue lejos de ser un país de bajo riesgo, esta mejora puede abrirle la puerta a mejores condiciones de financiamiento internacional, sobre todo para empresas y provincias. Además, le da aire al Gobierno para sostener el programa económico y mejora el clima de confianza, tanto para inversores locales como extranjeros.
Sin embargo, la agencia fue clara: para seguir mejorando, la Argentina deberá consolidar la acumulación de reservas genuinas, reducir la dependencia del endeudamiento externo y sostener el proceso de reformas, sin retrocesos políticos ni desvíos en el ajuste fiscal.
La apuesta de Wall Street para ganar con Argentina
A la par de este guiño de Moody’s, los grandes bancos y fondos internacionales actualizaron sus informes sobre empresas argentinas que cotizan en la bolsa. A continuación, el detalle de sus recomendaciones:
Vista Energy: a largo plazo
Morgan Stanley, uno de los bancos de inversión más importantes del mundo, revisó su análisis sobre Vista Energy, la petrolera argentina que opera principalmente en Vaca Muerta. Aunque bajó levemente su estimación de precio objetivo, de u$s75 a u$s74, mantuvo la recomendación de “sobreponderar” -es decir, aconseja comprar-.
La razón es simple: Vista logró bajar notablemente los costos de producción, pasando de gastar 14,2 millones de dólares por cada pozo a solo 12,8 millones. Ese recorte le permite ganar más en cada barril que vende y hace que la empresa sea más eficiente, incluso en un mercado tan volátil como el petrolero.
Además, se destacan las mejoras tecnológicas y las estrategias para seguir bajando costos. Aunque persisten algunas dudas sobre el ritmo de inversiones futuras, Vista muestra que puede “hacer más con menos”, una cualidad que hoy la banca internacional premia.
JP Morgan también puso el foco en Vista. El banco estadounidense recomendó seguir comprando acciones de la compañía, y resaltó que la empresa redujo su presupuesto anual y aun así espera alcanzar altos niveles de producción para 2025.
Según JP Morgan, Vista podría alcanzar beneficios de hasta 1.500 millones de dólares este año si el precio del petróleo internacional se mantiene en torno a los 65 dólares.
MercadoLibre: la favorita de la región
Si hay una acción que todos los bancos internacionales señalan como estrella es MercadoLibre. Morgan Stanley la sigue considerando su gran apuesta para la región. Esto se debe, principalmente, porque MercadoLibre es mucho más que un sitio de compra y venta: es una plataforma que incluye envíos, publicidad, manejo de pagos, créditos y demás servicios digitales.
El banco estima que MercadoLibre tiene todo para seguir aumentando sus ganancias año tras año. Proyectan que el margen de ganancia de la compañía puede pasar del 16% al 20% en los próximos años, lo cual es un logro enorme en cualquier economía, y más aún en una como la argentina.
Bank of America coincide y eleva el precio objetivo de la acción a u$s 3.000. Destaca su liderazgo regional y su capacidad para ganar clientes en mercados tan competitivos como Brasil y México.
Si bien Argentina representa un porcentaje menor de su negocio total, el país sigue siendo clave para la historia de la empresa.
Galicia y Pampa Energía
En su último informe, Bank of America también recomienda invertir en Grupo Financiero Galicia, en parte, por ser uno de los bancos más grandes del país y en Pampa Energía, la empresa energética que participa en gas, electricidad y renovables.
Sobre Galicia, el banco destaca su capacidad de adaptación, la calidad de su cartera de préstamos y la fortaleza de su balance. Considera que, si la economía argentina logra estabilizarse -menos inflación, tasas de interés más bajas, y más crédito-, Galicia será una de las primeras en captar la recuperación.
Respecto a Pampa Energía, Bank of America la señala como una opción atractiva especialmente si el Gobierno sigue adelante con ajustes tarifarios y medidas que permitan al sector energético ganar previsibilidad.
Barcalys se mueve con cautela
El banco británico Barclays reactivó su cobertura sobre Argentina y recomienda tener una postura “neutral” (ni comprar ni vender, solo mantener). Reconoce las reformas que encaró el Gobierno y la mejora en la macro, pero advierte que la alta deuda en dólares y la necesidad de reforzar reservas siguen limitando el atractivo de invertir en el país.
A pesar de esto, Barclays señala que los precios de las acciones argentinas todavía pueden ser una oportunidad para inversores dispuestos a asumir riesgos y apostar a una mejora sostenida.
¿Por qué llegan estas recomendaciones ahora?
La mejora de Moody’s responde a una combinación de factores que cambiaron el clima financiero en los últimos meses.
• Desactivación progresiva de controles cambiarios: el Gobierno avanzó en liberar el mercado de cambios y el de capitales, permitiendo mayor libertad para comprar y vender dólares.
• Nuevo acuerdo con el FMI: Argentina cerró un programa de u$s 20.000 millones hasta 2029, con desembolsos ya realizados y otros a la espera de cumplimiento de metas.
• Desinflación y ajuste fiscal: la inflación comenzó a ceder, el déficit fiscal se achicó y el Gobierno dejó de financiarse con emisión de pesos.
• Repunte de la economía: tras un año y medio de recesión, la economía creció 5,9% interanual en el primer trimestre, impulsada por el consumo y una recuperación de salarios.
• Cambio en el tipo de cambio oficial: se abandonó el “crawling peg” -mini devaluación diaria- y se pasó a un esquema de flotación administrada, que ayudó a corregir distorsiones y mejorar la competitividad.
Moody’s destacó que el proceso de normalización es gradual, para evitar nuevas crisis y sobresaltos. El respaldo internacional, a su vez, llega en forma de préstamos multilaterales, que en esta oportunidad no se usarán para tapar el déficit fiscal, sino para reforzar reservas.
¿Cuáles son los riesgos y desafíos hacia adelante?
A pesar de las mejoras, el escenario argentino sigue siendo frágil. Moody’s advierte que el país debe:
• Acumular reservas sin recurrir a deuda externa.
• Sostener las reformas estructurales.
• Evitar retrocesos políticos y mantener la disciplina fiscal.
• Aumentar la inversión privada y generar dólares genuinos.
Si estos puntos se cumplen, podría haber más subas de calificación, lo que facilitaría aún más el acceso al crédito y permitiría reducir el costo de financiamiento. Si no, la mejora podría ser solo temporal y, ante cualquier crisis, la calificación podría volver a caer.
¿Qué significa todo esto para el ahorrista común?
En la práctica, una mejor calificación de Moody’s y el respaldo de los bancos globales pueden:
• Bajar el costo del crédito para empresas y provincias.
• Mejorar la cotización de acciones argentinas en Wall Street y, por rebote, en el mercado local.
• Generar un clima de confianza para pequeños inversores que busquen alternativas frente a la inflación y la inestabilidad.
Sin embargo, hay que remarcar que la Argentina sigue dentro del grupo de países “de alto riesgo”, y que el camino para consolidar esta mejora recién empieza.